Esta decisión judicial se toma después de que, a finales del pasado mes de septiembre, el titular del Juzgado también decidiera suspender de sus funciones a los órganos de dirección de la patronal, haciéndose cargo de la misma el administrador concursal.
Cuando la asamblea decidió acabar con la primera organización empresarial que ponía fin a su existencia, esta presentaba una deuda de casi siete millones de euros y un agujero patrimonial de 2,5 millones.
Por otro lado, todavía está pendiente de ser aprobado por el juzgado el plan de liquidación elaborado por el administrador concursal.
Los primeros acreedores de la CEOE-Cepyme serán los propios trabajadores, que tienen pendiente de cobrar varias nóminas, a lo que hay que sumar las indemnizaciones que les correspondan.