En un comunicado, la plataforma destaca que los Jardines de Pereda constituyen una zona verde «especialmente singular» por su céntrica situación y la vinculación que han mantenido con la historia, paisaje y diseño urbano de Santander durante el último siglo.
«Lo más valioso de un parque es su patrimonio vegetal y especialmente el arbóreo», sostiene DEBA, que en este sentido subraya que los árboles de gran tamaño de los Jardines de Pereda son «los que más beneficios ambientales y paisajísticos aportan a la calidad de vida de los santanderinos en el espacio central de la ciudad».
A su juicio, «sacrificar los árboles casi centenarios constituye un ataque frontal a la característica más valiosa de los jardines, que es su naturalidad, privando a los ciudadanos del derecho a disfrutar de la misma y empobreciendo la calidad ambiental de Santander».
En su opinión, todo ello es consecuencia del «empeño» del alcalde, Íñigo de la Serna, en «subordinar y entregar este destacado espacio público al servicio de los intereses de la fundación privada».
«La actuación municipal en los Jardines de Pereda es una muestra de insensibilidad y brutalidad urbanística que no duda en lesionar el interés general de la ciudad y sus habitantes para beneficiar servilmente los caprichos de un particular», sostiene.