La investigación ha analizado los niveles de colesterol HDL y, utilizando marcadores genéticos, lo ha relacionado con el riesgo de infarto agudo de miocardio en 115.000 personas, ha informado el Imim en un comunicado.
En concreto, el estudio ha analizado una característica genética que aumenta los niveles del colesterol bueno sin influir en los niveles de colesterol malo –LDL– ni de los triglicéridos, y ha determinado que los portadores de dicha características «no tienen menor riesgo de infarto».
Los resultados servirán para diseñar nuevos medicamentos, ya que «al contrario de lo que se creía hasta ahora, aquellos fármacos que aumenten la cantidad de colesterol bueno no necesariamente van a reducir el riesgo de infarto».
A pesar de ello, el coordinador del grupo de investigación en epidemiología y genética cardiovascular del Imim, Roberto Elosua, ha señalado que «es importante matizar que los niveles de colesterol HDL sí que son un biomarcador que se asocia con un menor riesgo de infarto», y aunque la relación no sea causal sí es un indicador de utilidad en la práctica clínica.