La obra analiza los distintos enfoques y mecanismos de activación patrimonial que experimenta la urbe entre los años 40 y 80 bajo las condiciones meteorológicas aplicadas por el entonces arquitecto conservador de la ciudad histórica, Francisco Pons Sorolla.
En sus 300 páginas, que incluyen fotos documentales y ocho planos desplegables, la autora habla de una treintena de edificios monumentales, entre ellos la Catedral, los pazos de Xelmirez y Raxoi, los hoteles Compostela y Reis Católicos, el monasterio de San Martiño Pinario o la Iglesia de Sar, entre otros.
Belén Castro defiende que Pons Sorolla es una «figura fundamental» en la revitalización de la ciudad a mediados del siglo XX, «momento en el que se toma conciencia de su dimensión universal ligada al Camino Jacobeo».