En una sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, los magistrados consideran a Grigor autor de un delito de asesinato, con la agravante de parentesco y lesiones.
En su declaración, el hombre alegó que actuó en defensa propia como reacción a las supuestas cuchilladas que le propinó primero su novia, por lo que su defensa pidió su libre absolución al estar exonerado de responsabilidad penal.
Los hechos se produjeron el 18 de febrero de 2010 cuando el procesado regresó de Sofia (Bulgaria) para arreglar unos asuntos con su entonces pareja. Según la fiscal, éste se dirigió a la vivienda donde trabajaba la fallecida, en Leganés, y le asestó 26 puñaladas, catorce de ellas en el cuello.