Guirado abrió el pasado 8 de octubre el programa llevando puestos unos guantes como los empleados por el personal sanitario. Mirando a cámara, se tocó la cara, escenificando el momento del contagio y preguntando a continuación si se trataba de «un simple gesto o un error». «Hasta los más grandes, hasta los más valientes, comenten fallos», añadía.
Para la Comisión de la FAPE, se trata de una información de «gran interés e impacto» para los ciudadanos que requieren del periodismo «una exigencia máxima de profesionalidad, rigor y prudencia».
«En este caso, estamos ante un relato que afecta de pleno a la intimidad, honor y la propia imagen de la paciente. La misma información, con la misma fuente, se pudo facilitar a la audiencia en el mismo informativo de forma más cautelosa, más formal y considerada, con más rigor informativo», concluye.