Sólo era cuestión de tiempo que los efectos del tapering –retirada de estímulos fiscales en Estados Unidos– se dejarán ver en los mercados mundiales. ¿Qué hacía falta? Tan sólo un dato lo suficientemente malo como para certificar que en los mercados emergentes hay síntomas tan evidentes como incuestionables de que los motores que tiran de la economía tienen problemas.
Pues ese dato ha venido de China y de su sector manufacturero, que muchos meses después se sitúa en el terreno de la contracción. El índice que mide la actividad en este segmento cayó a los 49,6 puntos, por debajo de los 50 puntos que separan la contracción del crecimiento. ¿Qué quiere decir este lectura?
Sobre todo, que las economías emergentes empiezan a adecuarse a un nuevo escenario más acorde a la realidad mientras se va cerrando muy poco a poco el grifo de la liquidez sin límite de los grandes bancos centrales que ha obligado a los inversores a buscar rentabilidades fuera de los mercados que podríamos denominar como muy desarrollados o maduros. O, lo que es lo mismo, donde la rentabilidades de los bonos son ya poco significativas.
Tras las fuertes caídas del viernes -generadas además por la fuerte caída de varias divisas emergentes- en todas las plazas financieras, los mercados están lo que podríamos denominar como el pico de tensión esperado. Con los primeros efectos del tapering ya encima de la mesa, lo que importa ahora es si se trata de un golpe que no tendrá continuidad en el tiempo -aunque genera volatilidad en momentos puntuales del año- o si asistimos al comienzo de un ataque sostenido y potente.
Varios analistas de primer nivel tenían más que prevista la caída del viernes. Siempre han defendido que el impacto del tapering sería de un 5% como mucho. ¿Por qué? Básicamente, porque la retirada de estímulos está anunciada desde el mes de mayo pasado y porque el impacto en términos macro estaría muy localizado en los mercados emergentes, fuera de Estados Unidos y Europa.
Esta misma semana será la hora de comprobar si el boxeador alcanzado se levanta de la lona a la primera o si continúa la catarata de golpes que los más escépticos vaticinan, convencidos de que la orgía de liquidez que ha llevado los mercados a la cima ha desatado un optimismo injustificado. Para bien o para mal, el tapering va a seguir guiando a los mercados durante este primer trimestre.