En el marco del proyecto piloto »Mi familia me acoge», la Generalitat quiere «ampliar y desplegar» las acogidas en familias extensas, siempre que la situación del menor lo permita.
Cuando un niño se encuentra en situación de desamparo, la Generalitat asume temporalmente su tutela hasta que se resuelve su situación, pudiendo ser acogido por familiares extensos –opción que ahora se quiere reforzar–, por familias ajenas o internar en un centro de acción educativa (Crae) como última medida.
El programa piloto que se iniciará este verano en Lleida ya se ha probado en las ciudades barcelonesas de Badalona, Hospitalet de Llobregat y Santa Coloma de Gramanet, en la comarca de La Selva y Terres de l»Ebre, atendiendo a 410 niños y 302 familias acogedoras extensas.
En estas localidades se han creado equipos profesionales formados por un psicólogo, un trabajador social y un educador social, con el objetivo de hacer un seguimiento de las familias y ofrecerles formación en grupo para prepararlas para cualquier situación que pueda surgir durante la acogida, evitando así posibles retornos.
Según ha explicado Ortuño, de los 7.289 menores tutelados que hay en Catalunya, 2.991 (41%) están acogidos en familias extensas.