Así lo ha dicho en rueda de prensa tras conocerse que el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, José Castro, haya acordado sentar en el banquillo de los acusados a la Infanta Cristina como cooperadora necesaria de dos delitos fiscales, al considerar que su papel fue imprescindible para que su marido, Iñaki Urdangarin, defraudase hasta 337.138 euros a Hacienda a través de Aizoon, empresa presuntamente »pantalla» de la que ambos son propietarios.
Carmona ha comentado que cualquier persona que estuviera en la misma situación que la Infanta se sentaría en el banquillo y cree que esta circunstancia es una muestra de «normalidad democrática».
Aparte, ha comentado que «más normalidad» democrática sería el hecho de que la Infanta Cristina renunciara a sus derechos dinásticos a la Jefatura del Estado.