El Gobierno de Cantabria, por medio de la Consejería de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, se planteará como «prioridad» el desarrollo de un ecosistema ‘start-up’ a escala regional en el marco de su estrategia para la reactivación del tejido industrial regional y la adaptación a las nuevas tendencias tecnológicas y de mercado.
Esta línea de actuación, impulsada por la Consejería, tiene como objetivos principales la atracción de capital privado nacional y extranjero, así como la creación en Cantabria de ‘star-ups’ «internacionalmente competitivas que contribuyan a generar empleos estables y de calidad».
Otra de las metas de esta iniciativa será establecer sinergias entre estas nuevas empresas y los segmentos más maduros del sector industrial y de servicios a escala regional que refuercen su capacidad de adaptación y resistencia a los cambios actuales en sus mercados preferentes.
Para el consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Francisco Martín, este eje de trabajo, aún «en fase de definición», «abre un amplio abanico de posibilidades a nuestra región».
En el desarrollo de este ecosistema ‘start-up’ se usará como «referente» el modelo israelí de iniciativas mixtas, y en especial el de Tel Aviv y su área metropolitana, según ha informado en un comunicado el Gobierno regioanl.
A juicio del consejero, este modelo muestra cómo el concepto de ‘start-up’ «va mucho más allá» de los dispositivos móviles para entrar en campos como la mejora de procesos industriales, el comercio electrónico, el desarrollo de nuevos materiales o el horizonte abierto por el ‘big data’ en la optimización de recursos».
‘START-UP NATION’
Con apenas 8 millones de habitantes, Israel acoge más de 4.000 ‘start-ups’ y es sede de varias decenas de empresas cotizadas en el NASDAQ, índice tecnológico de Wall Street, con ámbitos que van desde el social media y las aplicaciones móviles a la investigación médica, pasando por los modelos de gestión inteligente pública o privada a partir del minado y análisis de datos.
A la hora de situar el modelo israelí como referente, Martín ha explicado que, «a diferencia del modelo californiano de Silicon Valley, se fundamenta en estructuras de colaboración público-privada que están «más adaptadas a nuestra realidad, que pivota sobre ‘hubs e’ y centros de incubación/aceleración e innovación e, como el PCTCAN».