Cámara ha explicado que «en 1995, cuando aprobamos por primera vez unas ordenanzas fiscales, dijimos que íbamos a implantar un sistema impositivo contenido y, cumpliendo con esa premisa, lo que hacemos cada año es ajustar con carácter general los precios públicos y tasas al IPC».
«Ello implica efectuar todos los esfuerzos para garantizar los servicios públicos municipales básicos de atención a los ciudadanos», indica.
En este sentido, ha recordado que «se siguen apoyando a las familias, con reducciones en el IBI del 50 y del 90 por ciento, lo que nos sitúa prácticamente en las bonificaciones más altas de las grandes ciudades por este concepto, del mismo modo que ayudamos a los pensionistas con rentas bajas en la tasa de basura o el transporte público».
El primer edil ha añadido que «también se sigue apoyando la actividad económica, incorporando bonificaciones a la creación de empleo y apertura de nuevos comercios de proximidad, mientras en los precios públicos aprobamos bonificaciones para determinados colectivos, como familias numerosas, discapacitados, jóvenes o pensionistas».
Por último, el alcalde ha destacado que «nuestra orientación básica es disponer de los recursos suficientes para garantizar los servicios, siendo más eficaces y manteniendo el empleo, que es un objetivo prioritario».