Este compromiso incluye la paralización de operaciones que supongan un riesgo para el patrimonio o que no respondan al interés general. En este sentido, el sindicato lamenta el acuerdo entre la Administración local y el grupo Villar Mir para que las obras sigan.
Por el contrario, CCOO de Madrid insta al Gobierno local a llevar a cabo todas las acciones legales oportunas para detener una operación «repleta de irregularidades desde el principio».
«La operación Canalejas no responde al interés vecinal y sólo contribuirá a desequilibrar una ciudad que ya cuenta con una enorme saturación de su almendra central, que con alrededor de un 7 por ciento del territorio concentra más del 50 por ciento del Valor Añadido Bruto del municipio, habiendo expulsado, de hecho, al vecino como protagonista del barrio en favor de la actividad económica de las grandes marcas y sus franquicias, mientras la periferia tiende a consolidarse como barrios dormitorio», han esgrimido.
El sindicato considera que Madrid necesita afrontar «un debate público en profundidad» sobre el modelo de ciudad, como también comprometía la firma del Pacto contra la especulación, además de una actualización de sus instrumentos de planificación.
CCOO de Madrid exige una moratoria en todas las grandes operaciones de la ciudad hasta que este debate haya tenido lugar, y asegura que ninguna gran ciudad del mundo se encuentra hoy inmersa en grandes proyectos de ampliación como Chamartín, Mahou-Calderón, etc., «sino en intervenciones de reequilibrio en la ciudad consolidada».