La candidata a las primarias del PSC de Barcelona Laia Bonet ha afirmado este sábado que se plantea estas elecciones como una oportunidad para cambiar su partido: «Pere Navarro no se ha consolidado como el líder de la renovación del PSC. No ha cubierto las expectativas en términos de renovación».
En una entrevista de Europa Press, ha argumentado que la formación socialista debe experimentar estos cambios para recuperar la ciudad de Barcelona, ya que «una mayoría progresista en la ciudad no será posible sin un PSC diferente».
Bonet se reivindica como la única de los cinco candidatos en liza de las primarias que en su momento no apoyó a Navarro en el congreso socialista de diciembre de 2011: «Decidí no apoyar a Pere Navarro. La mayoría de candidatos en estas primarias creo que no estaban en el mismo lado».
«Algunos me dijeron en aquel momento »tú sabrás lo que haces». Sabía lo que hacía entonces y también lo sé ahora. He sido coherente», ha explicado la también exdiputada del Parlament y exsecretaria del Govern, que cree que su candidatura es la que expresa al máximo la renovación que, a su juicio, no cumplió Navarro.
«De ninguna manera» se plantea seguir el camino del exconseller Ernest Maragall y el exdiputado socialista Toni Comín, que han dejado el PSC para acercarse a ERC, partido con el que el primero concurrirá a las elecciones europeas como número dos.
Prueba de ello –argumenta– es que aspira a ser la próxima candidata del PSC a la alcaldía de Barcelona; primero tendrá que ganar las primarias del 29 de marzo, un proceso electoral en el que su partido se juega «la última oportunidad antes de caer en la irrelevancia política».
LÍDER LEGITIMADO
Aunque ve prematuro hablar de congresos extraordinarios del partido a nivel de Barcelona o de Catalunya, ha avisado de que el ganador de las primarias será el líder socialista con una legitimidad «más amplia», ya que tendrá el aval de los militantes pero también de los ciudadanos que acuden a votar –son primarias abiertas–.
«La legitimidad que tendrá el candidato que salga de las primarias no es un tema menor. Yo creo que el partido lo sabrá leer», sentencia Bonet.
DÍSCOLOS
En el congreso donde no apoyó a Navarro se decantó por el candidato que perdió, Joan Ignasi Elena, precisamente uno de los tres diputados díscolos que, junto a Marina Geli y Núria Ventura, están suspendidos de cargos orgánicos y parlamentarios por haberse desmarcado de la disciplina de voto en el Parlament.
Bonet aspira a que la situación se resuelva sin expulsiones y a través de un proceso de conciliación en el que la dirección de Navarro y los críticos encuentren un salida no traumática; eso sí, avisa de que resolver esta decisión en plenas primarias de Barcelona sería un «santo problema».
«Espero que se acabe después del proceso de primarias, sencillamente porque quiero que en este proceso se hable de primarias. Por una vez debemos centrar todos los esfuerzos en esto», ha reflexionado Bonet, que cree que expulsar a las díscolos enviaría un mensaje desalentador en pleno proceso de apertura a los ciudadanos.
En las primarias del PSC de Barcelona están llamados a votar, por primera en la ciudad y en Catalunya, todos los ciudadanos sean militantes o no, por lo que expulsar a los díscolos sería lanzar el mensaje en sentido contrario de que «cada vez se hace más pequeña la familia socialista».