A Miguel Arias Cañete le ha salido un competidor para encabezar la lista de las europeas: Esteban González Pons. Y no es competidor porque el PP quiera, como ahora se dice, ir a saco en la campaña electoral, sino porque tenía razón Rajoy cuando decía, el pasado fin de semana, que aun no había pensado en la persona que iría de número uno en las próximas elecciones.
Me explico. Rajoy se ha dado cuenta que puede jugar el próximo fin de semana en Dublín, en la reunión del Partido Popular Europeo, a dos barajas a cada cual más interesante. España podría optar, por un lado, a la presidencia de la Comisión Europea pues, aunque todos dan por segura la designación del luxemburgués Jean Claude Juncker, hay quien dice que Angela Merkel aun no lo tiene claro. Y Arias Cañete sería un recambio.
La segunda opción, sobre todo si no sale la primera, sería que Luis de Guindos optara a la presidencia del Eurogrupo, en cuyo caso quedaría Miguel Arias Cañete como comisario y seguramente vicepresidente de la Comisión. Y me dirán ¿y que pinta en todo esto González Pons? Pues que en este segundo caso Miguel Arias Cañete podría acceder a este puesto sin ser eurodiputado electo y que González Pons podría sustituirle. Pues eso.