El Gobierno de España ha alcanzado un acuerdo trascendental con Microsoft para repatriar los datos de los centros educativos españoles almacenados en la Unión Europea que usaron los niños y niñas a partir de las tecnologías, especialmente los que fueron generados durante la pandemia. La compañía estadounidense ha sido el primer proveedor de servicios en la nube que confirma que los datos proporcionados a Microsoft en el uso de Teams residen dentro de la Unión Europea, y se compromete a ofrecer la posibilidad de devolverlos al territorio nacional una vez que ponga en funcionamiento su región cloud en España.
Esta iniciativa fue impulsada por la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial (SEDIA), dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a raíz de la inquietud generada por el procesamiento de los datos de los estudiantes durante la pandemia. El proyecto, ha sido denominado «Operación Guernica» como guiño a la importancia que tuvo la devolución de la obra de arte de Picasso a España con la llegada de la democracia.
La devolución de esta información es un hito a nivel europeo para la soberanía de datos y, a nivel interno, para la estrategia de digitalización impulsada por el Gobierno. Proteger los datos de la ciudadanía española, y en concreto de la infancia, supone un compromiso con los derechos digitales, que son derechos humanos, promulgada mediante la Carta de Derechos Digitales, y que ya ha sido tomada como referente e inspiración en la Unión Europea y en los países Iberoamericanos.
Soberanía digital: una línea estratégica del Gobierno
La repatriación de los datos proporcionados a Microsoft, ahora almacenados en la Unión Europea, supone un paso adelante en la soberanía digital que el Gobierno de España promulga a nivel europeo y nacional. Uno de los objetivos de esta estrategia es que la Unión Europea sea capaz de tomar decisiones sobre la manera en la que despliega su transformación digital, siempre teniendo en cuenta el respeto por los derechos digitales y sin dejar a nadie atrás.
En este contexto, la soberanía digital se construye, entre otros, sobre la soberanía del dato, es decir, sobre la capacidad de individuos y organizaciones de decidir con quién compartir sus datos y en qué condiciones. España está implementando este concepto con la ayuda de la Oficina Nacional del Dato, que organiza un ecosistema nacional de compartición de datos sobre los principios de soberanía, federación y transparencia desde tres vertientes claras: el avance de la legislación en compartición de datos industriales, la definición de políticas y el despliegue de tecnologías de federación que promuevan la creación de espacios de datos comunes europeos.
Todo ello se engloba en la Agenda Digital 2026, la hoja de ruta de España para acometer con éxito su proceso de transición digital. Esta iniciativa consiste en una ambiciosa propuesta de medidas que ya están teniendo impacto en el modelo productivo y el crecimiento económico del país, como demuestra la posición líder de España frente a sus socios europeos y su papel protagonista en el debate internacional de la transición digital.