La policía lleva años utilizando drones como forma de vigilancia ciudadana, pero hasta ahora nadie se había atrevido a darles un arma para aumentar sus funciones. Los desarrolladores de Chaotic Moon han sido los encargados de cambiar esta situación, desarrollando un UAV (vehículo aéreo no tripulado por sus siglas en inglés) con capacidad ofensiva especialmente pensada para labores policiales.
Este primer diseño ha sido CUPID, o Chaotic Unmanned Personal Intercept Drone, presentado en el festival multimedia SXSW y que no guarda mucho parecido con el dios del amor. Aunque se trata solo de un prototipo, la idea es que pueda ser completamente desarrollado de interesarse algún organismo de defensa ciudadana.
El drone es un hexacóptero Tarot al que se le ha instalado un sistema de incapacitación eléctrico capaz de lanzar descargas de 80.000 voltios. Dicho de otra forma, el aparato cuenta con una pistola de descargas eléctricas que le permitiría dejar fuera de combate a cualquier delincuente.
Sus creadores pretenden que el dron sea utilizado para patrullar las calles, especialmente por la noche, buscando sospechosos e inmovilizándolos hasta que la policía sea capaz de llegar a la zona. Una cámara digital se encarga de hacer fotos y vídeos a la vez que permite el control a distancia del aparato.
Por ahora el drone debe ser controlado por dos operadores humanos, el primero de ellos encargado de manejar el movimiento de la máquina mientras que el segundo se hace cargo de la pistola de descargas.
El vídeo se grabó por Chaotic Moon, deseosa de mostrar el funcionamiento del drone en vivo. Jackson Sheehan fue el voluntario encargado de hacer de sospechoso y de aguantar las descargas eléctricas del aparato. Hay que reconocer el valor de Sheehan, pues en apenas cinco segundos el robot le dejó en el suelo y sin poder moverse.