Una de cada cinco españolas sufre violencia, según un reciente informe de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE. El 74% de los casos de la UE no se denuncia. Pero España ha logrado frenar esa sangría. Es cierto que el hecho de que solo el 13% de las mujeres reconozca sufrir violencia de su pareja o ex nos deja a la cola de Europa a la hora de reconocer, nadie sabe si de realmente sufrir, violencia de género. Si nos atenemos al informe más reciente realizado al respecto con profundidad, elaborado por el Centro Reina Sofía en 2007 con datos de 2006. En este mismo informe el número de feminicidios tenía en Finlandia en el cuarto lugar, para nuestra sorpresa.
Los nórdicos tienen la sangre más calientes que los españoles
Según el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, en 2007 hubo en España una tasa de 3,1 mujeres muertas por millón de habitantes. Esta cifra, con ser sumamente preocupante, está muy debajo de la media de otros países de nuestro entorno. Así, el norte de Europa, en contra del tópico de un sur de sangre caliente, está claramente por encima: 5,8 mujeres muertas por millón en Dinamarca; 10,3 en Finlandia; y 5,3 en la superfeminista Noruega. La mayor parte de los casos se concentran en los países escandinavos, con la salvedad de Hungría (12). En el Reino Unido el índice es del 3,7 y en Suiza del 6,5.
Las víctimas son, en general, personas jóvenes, entre 30 y 45 años (pero con una tendencia a la disminución de edad), de un nivel socioeconómico medio-bajo o bajo. Las víctimas de violencia grave tienden a ser másvulnerables por razón de la edad, la enfermedad, la soledad o la dependencia. Vivir en entornos marginales o consumir abusivamente alcohol o drogas aumenta el riesgo de la víctima.
Arma blanca, el instrumento mortal más usado
Como señala en su análisis del estudio el informe «El homicidio en la relación de pareja, realizado por Enrique Echeburúa y Paz de Corral expertos en psicología. Respecto al método de agresión, el apuñalamiento o los objetos contundentes son la forma más habitual de muerte, seguida de los golpes (que pueden generar un traumatismo craneoencefálico), los estrangulamientos con manos o cuerdas y las armas de fuego.
Es decir, se asesina de cerca, a golpes y puñaladas. En general, hay una extraordinaria brutalidad, un factor sorpresa y una situación de indefensión por parte de la víctima. Se produce a veces también un furor homicida, refl ejado en la reiteración de un número de puñaladas innecesario para provocar la muerte.
El 60% de las muertas tenían hijos
En más del 60% de los casos las víctimas mortales tenían hijos, lo que evidencia el efecto multiplicador del número de víctimas en los casos de violencia de género. El impacto emocional sobre los hijos es, en muchos casos, irreversible y, en cualquier caso, supone una interferencia emocional grave en su desarrollo psicológico. El arma blanca es la forma más habitual de cometer los feminicidios de pareja (46,43%). Sin embargo, en Eslovenia los feminicidios de pareja se cometen principalmente con las manos (66,67%) y en Chipre, Colombia y Puerto Rico con arma de fuego (50%, 45,55% y 43,47%, respectivamente).
Una media del 40,46% de los feminicidios de mujeres a manos de sus parejas se llevan a cabo cuando estas se encuentran en proceso de separación del agresor. Una media del 46,68% de los agresores se encontraba bajo los efectos del alcohol cuando asesinó a su pareja. En este sentido los expertos en psicología señalan que La prevención es el principal reto en el ámbito del homicidio de pareja. Hay que alertar a las víctimas sobre el peligro de subestimar el riesgo (no presentando denuncias) o de bajar la guardia (pensando que el peligro ya ha pasado y retirando las medidas de protección y de autoprotección). En todos estos casos hay que convencer a la víctima
de que las agresiones son peligrosas y de que ellas necesitan una protección (externa e interna). Cuando la incubación del homicidio es silenciosa, se debe prestar atención a los cambios de conducta del agresor (depresión, aislamiento social, abuso de alcohol o fármacos, etcétera) y darle la ayuda terapéutica necesaria, al mismo tiempo que buscar medidas de autoprotección para la víctima.
La edad depende del país
Mientras que en México hay más víctimas entre las menores de 20 años (23,73%), en algunas antiguas repúblicas comunistas predominan las víctimas mayores de 64 años: Bulgaria (38,18%), Eslovaquia (37,50%), Hungría (28,41%) y Lituania (23,66%).
El Grupo de edad de mayor riesgo es de 35 a 44 años tanto para los feminicidios totales (26,07%) como para los cometidos por la pareja (30,66%). Cabe destacar que 7 de cada 10 mujeres asesinadas por su pareja tienen entre 19 y 44 años (74,46%).