La intervención policial liberó al expresidente ecuatoriano Rafael Correa del asedio que durante horas sufrió por una turba violenta en una emisora del municipio de Quinindé (Esmeraldas, noroeste del país) donde realiza campaña por el «no» a la consulta impulsada por el Gobierno de Lenín Moreno.
«Piedras, palos, huevos, tratan de incidentar nuestra visita», declaró a Efe Correa en conversación telefónica, poco después de salir de las instalaciones de la radio donde le estaban realizando una entrevista.
Según explicó a Efe Paola Pavón, quien fuera secretaria de la Política del Gobierno de Correa y Moreno, el exmandatario logró salir del recinto donde se encontraba retenido durante más de tres horas gracias a la intervención de la Policía, que empleó gases lacrimógenos y medios antidisturbios.
El exmandatario acusó al alcalde de la localidad de Quinindé de convocar a los participantes en la turba, que rodearon la emisora y lo mantuvieron retenido en contra de su voluntad.
«El alcalde hizo salir (a la gente) y en respuesta había como unas 100 personas, (de los cuales) unos 15 o 20 muy agresivos, incluso armados», prosiguió.
El político precisó que entre los asaltantes, «había guardaespaldas armados con pistolas de 9 milímetros, que se pueden identificar» y citó entre ellos a funcionarios del propio municipio y simpatizantes del extinto grupo MPD (Movimiento Popular Democrático), hoy conocido como Unidad Popular.
Describió a los participantes en la agresión de «gente muy violenta, que nos ha estado emboscando en todos lados y en Borbón (también provincia de Esmeraldas) tratado de hacernos daño».
La comitiva del presidente ha sido objeto de agresiones con huevos, piedras o basura en distintos puntos de su recorrido por las provincias de Esmeraldas, Manabí y Los Ríos.
Hasta primera hora de la tarde el Ejecutivo ecuatoriano ni el Consejo Nacional Electoral (CNE) no se habían pronunciado sobre el suceso ocurrido en Quinindé.