Las redadas que la Gendarmería marroquí está realizando en los bosques más próximos a la frontera con Ceuta han permitido reducir la presencia de inmigrantes subsaharianos, aunque se calcula que todavía hay asentados más de 500 personas.
Fuentes policiales han informado a Efe de que a principios de agosto se tenía la constancia de que más de 1.500 inmigrantes subsaharianos ocupaban los bosques de Beliones próximos al perímetro fronterizo con Ceuta a la espera de un salto masivo del doble vallado.
La intervención de la Gendarmería marroquí ha conseguido reducir la cifra, ya que muchos de ellos han sido trasladados en autobuses a zonas del sur del país marroquí más alejadas de la frontera con Ceuta.
Aún así, se estima que más de medio millar de inmigrantes subsaharianos todavía están asentados en el otro lado del vallado a la espera de una entrada.
Esta madrugada unos 250 inmigrantes han protagonizado un nuevo intento de entrada, siendo todos ellos repelidos por las fuerzas marroquíes en colaboración con la Guardia Civil, que se desplegó en la zona.