Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) niegan que tengan en su poder a los dos ciudadanos españoles secuestrados el pasado 17 de mayo en el departamento de La Guajira, en el norte del país, zona fronteriza con Venezuela.
En un comunicado colgado en su página de internet, las FARC informan «a la opinión nacional e internacional» y en particular a los familiares de María Concepción Marlaska Sedano y Ángel Fernández Sánchez, que los dos españoles no se encuentran en su poder».
El documento señala que la facción de esa zona obedece al mando guerrillero que prohibió, desde febrero de 2012, las retenciones de personas con fines económicos.
Este es el primer pronunciamiento que hace esa guerrilla en Colombia sobre la situación de los dos ciudadanos españoles.
Antes, desde La Habana los rebeldes habían negado la responsabilidad en ese doble secuestro.
Las autoridades colombianas buscan desde el pasado 17 de mayo a Sánchez Fernández, de 49 años, y Marlaska Sedano, de 43 años, ambos residentes en Avilés (Asturias) secuestrados en La Guajira cuando se dirigían en automóvil hacia el turístico Cabo de la Vela.
Todavía no está claro quién está detrás del secuestro, dado que en La Guajira, además de guerrillas, actúan paramilitares y bandas criminales.
La Alcaldía de Uribia, localidad próxima a donde se encontró el coche alquilado por los rehenes, y la Policía han ofrecido una recompensa de 50 millones de pesos colombianos (unos 20.925 euros) a cambio de información.
Por otro lado, las FARC han denunciado que en el departamento de La Guajira, unidades de la Policía Nacional y el Ejército conviven con los grupos de paramilitares y la delincuencia común, que en la actualidad aparecen con los nombres de Rastrojos y Urabeños.
«Desarrollan actividades ilegales como asesinatos, secuestros, contrabando y »falsos positivos» (ejecuciones de civiles presentados como guerrilleros caídos en combate)», denuncian. La guerrilla acusa a estos grupos de utilizar a los medios de comunicación para atribuir falsos secuestros a las FARC.