La banda disponía de numerosos contactos en otras ciudades españolas, de Suiza y Alemania con los que llevaban a cabo frecuentes operaciones de compraventa, trasladando la droga en turismos debidamente acondicionados.
En diversos domicilios de Sabadell, ocultaban y manipulaban la cocaína para distribuirla posteriormente en otras poblaciones del Vallés Occidental, y los beneficios obtenidos eran remitidos a República Dominicana –de donde eran 12 de los detenidos–, donde el dinero se blanqueaba en la adquisición de empresas, inmuebles y locales de ocio.
La actividad de la banda se basaba en la compraventa de cocaína a diferentes traficantes de Madrid, Barcelona, Sevilla, Suiza y Alemania, que era transportada a Sabadell en habitáculos en los turismos, donde era ocultada en diferentes pisos y aparcamientos.
La situación de la droga solo era conocida por el máximo responsable de la banda y sus más estrechos colaboradores, y en uno de esos lugares se llevaba a cabo la manipulación y corte de la cocaína.
Una vez identificados los integrantes del grupo, los investigadores comenzaron a detenerlos de forma progresiva, y en los registros domiciliarios hallaron 1,3 kilos de cocaína, 3,1 kilos de sustancia de corte, herramientas para el corte y procesado de la droga, 4.400 euros en metálico y cuatro vehículos.
Los detenidos, a los que se les imputa delitos contra la salud pública, organización criminal, asociación ilícita, tenencia ilícita de armas y blanqueo de capitales, pasaron a disposición judicial, de los que cuatro ingresaron en prisión.