«Es un ejercicio muy corriente en estos momentos, hay algunos nombres que suenan más, indudablemente, pero es todo muy subjetivo. Yo pienso que los nombres que suenan son todos de valiosos cardenales, pero eso no garantiza nada, igual hay otro que de momento no suena y que al final es elegido por los cardenales como nuevo Papa», ha precisado en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press.
Preguntado por si en la decisión del Pontífice han podido influir luchas internas, Gutiérrez Sáenz de Buruaga ha señalado que cree que «no» y ha explicado que durante el año que lleva acreditado ante la Santa Sede era «un comentario habitual en el cuerpo diplomático el estado físico de Su Santidad».
«Él ha tomado una decisión muy valiente, muy alemana. Un Papa que considera que no puede hacer su trabajo bien, adecuadamente por falta de fuerzas físicas y espirituales y yo creo que esa es la razón verdadera por la que ha renunciado; otras causas no sé en que medida podrán haber influido pero esta es la fundamental», ha precisado.
En cuanto al ambiente que se respira estos días en Roma, el embajador ha apuntado que ha habido dos sensaciones, por un lado, de «sorpresa y perplejidad» ante esta decisión «insólita» del Papa que «aunque tenía precedentes remotos nunca ha tenido estas causas tan específicas o tan claras» y, por otro, de «expectación ante lo que está por venir» y de «gran admiración y respeto por la decisión del Santo Padre».
Concretamente, ha recordado que ayer se vivió una jornada «agridulce» porque por un lado «se veía al Papa muy sereno», pero al mismo tiempo, se trataba de «una despedida». «Había esa ambivalencia de sentimientos entre todos los presentes, admiración, respeto y tristeza», ha remarcado. En cualquier caso, tiene la impresión de que Benedicto XVI «ha tomado una decisión muy difícil pero que, una vez que la ha tomado, ve que ha hecho lo correcto».
A partir de ahora, según ha puntualizado, la hoja de ruta es mantener las relaciones entre España y la Santa Sede «en su estado actual de cooperación, de diálogo franco y sincero donde cada parte explica sus posiciones» y también de «colaboración» en el ámbito internacional en todo aquello que puede ser de interés común, como la paz, el fomento de los Derechos Humanos y el fomento del derecho a la libertad religiosa. «Ahí hay un amplio campo en el que trabajar y seguramente se mantendrá», ha concretado.