Preguntada por si le sorprende ser, supuestamente, una víctima de dichos espiones, la delegada ha asegurado que «no se sorprendo ya por casi nada». «Una que llega ya a los casi 50 años es muy difícil que se sorprenda por casi nada. Pero vamos, insisto en que tengo un gran desconocimiento de este asunto», ha añadido.
Según publicó ayer el diario El País, el guardia civil José Oreja, fichado como asesor de Seguridad en la Comunidad de Madrid e imputado en el caso del presunto espionaje político ordenado por el Gobierno de Esperanza Aguirre, remitió una declaración a la juez reconociendo los seguimientos al exvicealcalde madrileño Manuel Cobo y al exvicepresidente segundo y exconsejero de Justicia Alfredo Prada, y ampliando la nómina de los ilegalmente investigados en 2008 al exalcalde de Madrid y hoy ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón; a la actual delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes; al presidente de Arpegio (empresa pública de venta de suelo), a dos subalternos de Prada, Fernández y Cabezas, y a los entonces alcaldes de Getafe y Fuenlabrada (los socialistas Pedro Castro y Manuel Robles), junto con el jefe de policía municipal de Fuenlabrada.