El ‘glasswalking’ es una nueva tendencia nupcial que consiste en caminar sobre cristales rotos y que simboliza la unión de la pareja para superar todo aquello que se les ponga por delante. Atrás quedaron las tradicionales bodas en la iglesia o el juzgado, seguidas de un convite; ahora lo que se lleva es ser original y el glasswalking lo es.
El camino de cristales que cruzan los novios significa dónde están hoy, y el final del camino, lo que quieren construir juntos. Sin embargo, este “paseíllo” requiere de entrenamiento. El ritual se practica previamente en una formación donde un »coach» muestra cómo andar sobre los cristales con seguridad y confianza, y, a la vez, se prepara a las personas para que consigan toda su fuerza y energía mientras recorren el camino.
La idea surgió en una tarde de verano cuando su creadora, Sara Segura, sentada a la orilla del mar en Cabo de Gata ideaba cómo sería su boda ideal, imaginando un ritual que realmente simbolizara el compromiso como pareja y “donde ambos pudiéramos sentir nuestra unión y nuestra fuerza”. Entonces fundó Wedding Glass.
«Cuando miras a tu pareja y vas dando cada paso, te das cuenta que juntos todo se puede” https://t.co/89KPwHyKH0 #loscristalesdelamor pic.twitter.com/KcyTVHaeHv
— Wedding Glass (@Wedding_Glass) 30 de abril de 2017
Los cristales simbolizan los desafíos, los miedos y los obstáculos que la pareja sentirá durante el matrimonio, y caminar sobre ellos «los hará más fuertes para empezar una nueva etapa más unidos que nunca», explica Sara.
La empresa ha empezado a desarrollar su proyecto por el sur de España pero espera expandirse en los próximos meses a nivel nacional, haciendo hincapié en zonas costeras de la Península y las Islas Baleares y en un futuro próximo a nivel internacional.