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Las estadísticas oficiales de la Organización Mundial de la Salud desvelan que 1337 millones de personas en el mundo son fumadoras. De estas, un porcentaje cada vez mayor está apostando por el tabaco de liar por las múltiples ventajas que ofrece: es más barato, se fuma menos y el tabaco dura más tiempo.
Estas son solo algunas de las ventajas que destacan los profesionales de la venta de tabaco. Si quieres conocer más, mira en artículosfumador.com, una web llena de artículos y consejos sobre el tabaco.
Y es que en los últimos años ha habido un boom en cuanto a productos para fumadores y en los puntos de venta se han ampliado notablemente los catálogos para que el acto de fumar llegue a un nuevo nivel y se disfrute de más matices y opciones.
Así, los filtros, las boquillas, los tipos de tabaco, los encendedores y el papel de fumar no son solo un complemento necesario, sino que se convierten en elecciones con distintos resultados, que aportan sabores y matices al placer de fumar.
Queremos analizar en este artículo el papel de liar: uno de los elementos a los que menos atención se presta y, sin duda, uno de los grandes desconocidos de este mundo. ¿De qué está hecho? ¿Cómo se fabrica? ¿Hay alternativas? ¿Cómo se lía un cigarro? La respuesta a todas estas cuestiones te convertirán en un experto fumador de tabaco de liar.
De qué está hecho el papel de liar
Una de las críticas que siempre se hace a los fumadores está relacionada con la cantidad de productos químicos que se inhalan: “es saber lo que te estás metiendo en el cuerpo”, suelen decir las personas que critican a los fumadores.
Pues ha llegado la hora de responder a eso o, al menos, a hacerlo respecto al papel de fumar.
A simple vista, el papel de fumar no es para nada igual a las hojas que utilizamos para escribir. La primera variación que encontramos está relacionada con el grosor: el papel de fumar es mucho más fino, de manera que se contribuye a que la combustión sea mucho menos agresiva y fácil.
¿Y qué ingredientes forman parte del proceso de elaboración del papel de fumar? Fibras vegetales como el cáñamo, los cereales o el algodón se machacan hasta obtener una pulpa vegetal con la que se hace este papel en un proceso muy similar al de otros tipos de papel, como los folios o los billetes.
Otros modelos de papel de fumar están elaborados del mismo modo, pero con otro tipo de materias primas como el arroz o el lino. Esto responde simplemente a objetivos de gastos de las empresas fabricantes y, a la vez, ofrece a los consumidores la opción de decantarse por un papel elaborado con unos o con otros materiales.
¿Hay algunos mejores que otros? Lo cierto es que en cuanto a materias primas originales hay poca variación. Como se puede comprobar, la mayoría de estos papeles de fumar parten de ingredientes totalmente naturales y poca diferencia hay entre un papel elaborado con fibra de algodón y uno hecho con pulpa de lino.
Para determinar si un papel es mejor o peor, habrá que estudiar el proceso de fabricación, qué tipo de elementos químicos intervienen en ese trabajo y qué otras sustancias se añaden al papel resultante para que la experiencia de fumar sea más agradable.
Cómo se fabrica
El origen del papel de fumar se remonta a hace varios siglos. En concreto, los historiadores datan su aparición en torno al año 1150 en Alicante. Desde allí, la fórmula de fabricación se fue extendiendo a todos los territorios del planeta debido a la época de expansión imperialista.
Desde hace casi mil años, el proceso de fabricación del papel se ha perfeccionado, pero sigue basándose en los mismos patrones de elaboración originales: la pulpa del material seleccionado se humedece y se estira hasta crear finas hojas que se dejan secar.
Posteriormente, estas hojas se cortan en el tamaño adecuado y se empaquetan para llegar al consumidor en los famosos librillos conocidos por todo el mundo.
Lo cierto es que, como ocurre en todos los trabajos relacionados con el mundo del papel, todo estaba ya inventado hace casi un milenio. Lo que han hecho los fabricantes de las distintas épocas es perfeccionar el protocolo de trabajo para conseguir una mayor pureza, probar con materias primas más óptimas, reducir los gastos y elevar la producción.
La fabricación actual del papel de fumar presenta cada vez más novedades, entre las que entra la elaboración de papel ultrafino, hojas XXL o incluso aditivos de combustión para que el cigarro no se apague aunque no se esté fumando continuamente.
Además, en la parte estética también hay trabajo, puesto que a menudo se utilizan sustancias blanqueantes para que el papel resulte más atractivo a la vista.
Son muchas las marcas que actualmente trabajan a diario para lanzar al mercado su propia gama de papel de fumar. ¿Cuál es la mejor? Como en casi todo en esta vida, hay un tipo de papel de liar ideal para cada persona, pero es posible sentar unas bases que hagan más fácil decidirse por el mejor papel de liar.
Cuál es el mejor papel de liar tabaco
Conscientes de que el tabaco perjudica a la salud, muchos fumadores tratan de rebajar todas las partes negativas de sus cigarros para, así, que fumar resulte mucho menos negativo.
Evidentemente, la elección de un papel sin demasiados aditivos químicos forma parte de esta serie de decisiones para quien elige fumar tabaco de liar.
Además, otras características afectan a la experiencia de fumarse el cigarrillo, de modo que también forman parte fundamental de la elección. Cosas como la porosidad, el engomado o el gramaje son tan esenciales a la hora de tomar la decisión como la composición química del papel.
Porosidad
Un papel más poroso tendrá una capacidad de combustión mucho más rápida que otro que no lo sea tanto. En muchas ocasiones, la fábrica de papel añade aditivos de combustión para controlar mucho mejor el tiempo en el que el papel de fumar acaba quemándose.
Gramaje
Un papel muy fino tendrá un gramaje más bajo y, a la vez, será más transparente y manejable. Un papel más fino quemará con mayor dificultad, pero al mismo tiempo aportará menos sabor a humo al tabaco y permitirá apreciar la hoja de tabaco de manera más intensa.
Engomado
Como veremos en el apartado de cómo liar un cigarro con papel de fumar, todas las hojas de papel llevan una finísima franja de pegamento en un borde para terminar de cerrar el cigarro al liarlo y que se quede fijo.
Esta goma es natural y no perjudica la salud en la mayoría de los casos, pero algunas marcas si usan engomados químicos que conviene evitar.
Estas tres variables, sumadas a la composición del papel, su tamaño y apariencia, son valoradas por los expertos fumadores de tabaco de liar para determinar qué marca de papel es la mejor para ellos. Tener todo esto en cuenta te ayudará a diferenciar los distintos papeles hasta dar con tu favorito.
Qué puedes hacer cuando no tienes papel de liar
La escena es bastante habitual: un fumador quiere hacerse un cigarrillo. Así que saca la bolsa del tabaco, los filtros, el mechero… y busca y busca en su bolso o en sus bolsillos hasta que se da cuenta de que no le queda papel de fumar.
Lo más lógico es comprar más, ¿pero qué ocurre si no se puede hacer en este momento? ¿Hay alternativas al papel de fumar para cuando no tienes? Los expertos fumadores indican que existen algunos remedios caseros y temporales para poder hacerse un cigarrillo si no se tiene papel de fumar.
Obviamente, todas estas alternativas son excepcionales y en ningún caso sustituyen al papel precisamente elaborado para esto, pero pueden sacar de algún apuro de manera puntual y siempre teniendo en cuenta que ese cigarrillo no será tan óptimo como el elaborado con los métodos más aconsejados.
Papel higiénico
El papel higiénico es una de las primeras cosas que viene a la cabeza a cualquier persona que no tenga muy claro qué alternativas hay al papel de liar. ¿Es buena idea? Sí, siempre que no se utilice de manera habitual.
En este caso no utilizaremos tanto el papel como el rollo de cartón donde va envuelto. La idea es crear una especie de pipa o cuenco que se recubre con papel de plata, para no quemar el cartón y sobre el que se pone el tabaco y se enciende.
Papel de plata
El papel de plata también puede servir para crear esta especie de pipa. En este caso se puede utilizar un bolígrafo como molde para crear la “tubería” que debe ir desde la cazoleta o bol donde pongamos el tabaco hasta la boca.
Ese bol debe de contar con unos pequeños agujeros que dejen pasar el aire cuando se absorba y, así, permitir que el humo viaje por ese conducto creado hasta la boca.
Hay otros muchos métodos, pero que, aunque se realizan con objetos domésticos, requieren de más preparación y ofrecen resultados prácticamente idénticos. Por eso, ante la falta de papel de fumar, estos son los dos más recomendados por los expertos fumadores que en alguna ocasión se han encontrado ante este escenario.
Cómo liar un cigarro
Liar un cigarro con papel de fumar puede parecer complejo en los primeros intentos, pero la realidad es que se trata de un proceso sencillo y mecánico que acabarás haciendo sin prácticamente prestar atención.
Obviamente, disponer de hebras de tabaco de liar, papel de liar y un filtro es absolutamente necesario para llevar a cabo este proceso que se puede resumir en cuatro sencillos pasos.
En primer lugar, toca coger una porción suficiente de tabaco (suele ser lo que cabe en un pellizco entre los dedos corazón, índice y pulgar) y darle forma estirada y alargada sobre una mesa.
El segundo paso es tomar la hoja de papel de fumar y sujetarla de manera firme con los pulgares y los índices en el centro de su extremo corto.
Con una mano, se debe ir llenando la hoja de tabaco de manera uniforme y delicada. No es preciso apretar ni chafar demasiado el tabaco, puesto que de este modo luego a la hora de fumar se puede hacer muy pesado e incómodo.
La parte más complicada es, sin duda, la que sigue: de manera común es llamada “dar el pellizco” y comienza poniendo el filtro en un lado del papel y, sosteniendo con mucho cuidado, enrollarlo poco a poco entre los dedos medio y pulgar de ambas manos.
Una vez que todo ha caído dentro, se debe dejar la parte que tiene el pegamento vegetal por encima para mojarlo con la punta de la lengua y que todo quede bien pegado.
Para terminar, hay que retirar el tabaco que sobresalga por el extremo que no lleva el filtro y dar unas vueltas a la punta para que quede más homogéneo y prensado, sin llegar a forzar el tabaco dentro del papel.
Cómo liar tabaco a máquina
En los últimos años, las máquinas de liar tabaco en casa se han popularizado y cada día salen al mercado nuevos modelos que realizan el trabajo de un modo mucho más sencillo y rápido.
Las máquinas de liar tabaco suelen ser una especie de rodillo que cuentan con una zona donde poner las hebras de tabaco y con otro espacio en el que se coloca el papel. De este modo, con solo un movimiento se puede tener un cigarro perfectamente liado y apto para disfrutar de la experiencia de fumar.
Otras máquinas utilizan cigarrillos huecos con el filtro ya incluido y se rellenan de otra manera, pero el mecanismo es más o menos similar.
Por último, en la actualidad existen máquinas eléctricas que son mucho más eficientes a la hora de lograr el cigarro liado perfecto. Mira en articulosfumador.com para dar con la máquina de liar tabaco que se adapte más a tus necesidades y entra en esta nueva dimensión del tabaco de liar.