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Una de las preocupaciones más destacadas de las empresas es la que está relacionada con el gasto de la luz, especialmente, porque en los últimos años ha habido un incremento constante de este tipo de energía, lo que ha impactado de forma negativa en los costes y ganancias. De allí que cada día más empresas estén en la búsqueda de soluciones, siempre con el objetivo de reducir el consumo, tanto en lo que respecta al ahorro en la factura de la luz, como también en todo lo relacionado con el cuidado del medio ambiente y la reducción de la huella ecológica.
Consejos para reducir la factura eléctrica
El objetivo es reducir el gasto medio de luz en una empresa para, a su vez, reducir el coste de la misma al final de cada mes. Lo positivo es que con pequeños cambios es posible generar un impacto significativo en el uso de este tipo de energía y así mejorar los costes, los cuales son tan importantes para las ganancias de cualquier modelo de negocio.
A continuación compartimos algunos de los consejos más efectivos para reducir la factura de la luz y, al mismo tiempo, contribuir con el cuidado del medio ambiente, lo que también tiene un impacto positivo a nivel de marca e imagen general.
Pequeños cambios, grandes resultados
Para reducir el consumo se puede comenzar con pequeños cambios que, en muchas ocasiones, son subestimados; pero que, en conjunto, tienen un gran impacto en el consumo. Por ejemplo, se puede comenzar por cambiar todas las bombillas posibles de la empresa, por opciones de bajo consumo.
Otra idea interesante es colocar sensores de movimiento en pasillos y baños, para que la luz se encienda, únicamente, cuando haya personas presentes. También es recomendable ir reemplazando, poco a poco, los equipos por opciones más nuevas que, además de ser más potentes, también tienen un consumo mucho más eficiente.
Trabajo remoto o híbrido
Otra forma muy sencilla para reducir el consumo de luz, así como también de muchos otros materiales, es impulsando el trabajo remoto o híbrido. Este modelo de trabajo es ampliamente aceptado por la gran mayoría de los trabajadores, especialmente los más jóvenes, porque se sienten más cómodos desde casa. Además, se ha demostrado que, siempre y cuando sean bien gestionados, los trabajos híbridos, e incluso ciento por ciento remotos, no afectan a la productividad de la empresa, por el contrario, aumentan el rendimiento de los trabajadores.
Aislamiento térmico
Invertir en aislamiento térmico también se traduce en un importante ahorro en el coste de la luz, porque permite mantener la temperatura mucho más estable. Es una inversión ampliamente recomendable, porque es de gran utilidad, sin importar la temporada del año.
En este sentido, es importante destacar que las fugas térmicas son unas de las principales responsables de que los climatizadores trabajen de forma menos eficiente. Por otro lado, también es importante recordar que mantener una temperatura estable, entre 22 y 25 grados, es clave para un consumo mucho más eficiente.
Consumo pasivo
Un hábito extendido, tanto a nivel empresarial como a nivel personal, es mantener los equipos conectados, aunque no se estén utilizando. Ese consumo pasivo también contribuye a aumentar la factura de la luz al final de cada mes, por lo que es recomendable incentivar a cada empleado para apagar y desconectar aquellos equipos que no estén utilizando, al menos de forma regular.
Luz natural
Hacer cambios por ventanas más grandes e invertir para transformar las oficinas con separaciones de vidrio, también es una magnífica opción, para aprovechar al máximo la luz natural. Mientras resulte cómodo trabajar con luz natural, no será necesario encender las luces de la oficina. Durante el verano es un recurso que se puede aprovechar durante muchas horas cada día.
Con pequeños cambios será posible reducir de forma considerable el consumo de luz, lo que se traducirá en importantes beneficios a nivel económico, y también denotará un compromiso por parte de la empresa con el medio ambiente. Se trata de una relación en la que todas las partes involucradas ganan.