Tras un año marcado por el impacto de la COVID-19, la resistencia de la actividad de trasplantes de progenitores hematopoyéticos (TPH) es una muestra más de la fortaleza del Programa Nacional de Donación y Trasplante. Así lo ratifica el balance de datos de 2020 que presenta la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
Según el ministerio de Sanidad, a lo largo del pasado año, se realizaron 3.375 trasplantes de progenitores hematopoyéticos (TPH) -o células madre de la sangre-, obtenidos de médula ósea, sangre periférica y sangre de cordón umbilical (SCU). De ellos, 2.049 procedían del propio paciente (trasplantes autólogos), mientras que 1.326 fueron obtenidos de un donante (trasplantes alogénicos). Pese a la COVID-19, en 2020 sólo se realizaron 69 trasplantes menos que en 2019, lo que representa un 2% de reducción. Es decir, el programa ha conseguido mantener su actividad, gracias al gran esfuerzo de los profesionales sanitarios, de todos los centros implicados, así como los protocolos establecidos por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), las comunidades autónomas y la Fundación Josep Carreras, que gestiona el Registro Español de Donantes de Médula Ósea (REDMO) desde 1994, tras la firma del primer Acuerdo Marco entre esta entidad y el Ministerio de Sanidad, a través de la ONT.
En los momentos más críticos de la epidemia, especialmente en la primera ola, la Guardia Civil colaboró para que los progenitores hematopoyéticos pudieran llegar a su destino. Su ayuda en los puestos de entrada y salida de los aeropuertos fue indispensable. Del mismo modo, los equipos de trasplante pudieron retrasar algunos procedimientos gracias a las posibilidades de congelación que tienen estos productos, que pudieron preservarse en condiciones idóneas hasta que el trasplante pudiera realizarse.
España dispone de 64.638 unidades de SCU, un 8% de las almacenadas en el mundo (799.770), siendo el mayor registro de Europa y el tercero en el mundo, detrás de Estados Unidos y Taiwán. En 2020 se enviaron 115 unidades de SCU para trasplante, 17 para pacientes nacionales y 98 para extranjeros. En los 23 casos de trasplante no familiar que se realizaron en nuestro país se empleó SCU de donantes de bancos públicos. No obstante, la actividad de trasplante de SCU se ha ido reduciendo a lo largo del tiempo por el desarrollo de otros tipos de TPH.
Los datos del pasado año subrayan que la actividad de TPH en España no ha dejado de crecer, con un 33% de incremento en la última década. El trasplante alogénico ha aumentado en un 53%, a expensas del desarrollo del trasplante haploidéntico, y el de donante no emparentado en un 15%. Gracias a todas estas opciones de donación, se puede afirmar que en la actualidad todos los pacientes que lo necesitan disponen de un donante adecuado.
Se localizan dos donantes por paciente
En 2020 se activaron 920 nuevas búsquedas de donante no emparentado para pacientes españoles. Se localizaron 1.460 donantes compatibles para 786 pacientes, lo que supone casi dos donantes por paciente. En la última década el tiempo medio de búsqueda de un donante se ha reducido aproximadamente un 50% y actualmente es de 26 días, en 2010 era de 48.
El Plan Nacional de Médula Ósea se puso en marcha en 2013. Desde entonces, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han hecho un importante esfuerzo económico para su desarrollo. Los éxitos de este programa se deben a una labor compartida por la ONT, las comunidades autónomas, los profesionales sanitarios, las sociedades científicas, la Fundación Josep Carreras y las asociaciones de pacientes. Además, todo ello no sería posible sin los donantes a los que debemos agradecer que, de forma altruista, donan para ayudar a los pacientes que lo necesitan.