Esta semana hemos podido leer en Teinteresa que “el embargo de Moscú, en respuesta a las sanciones de la Unión Europea y de Estados Unidos, ha incrementado los problemas de los productores de melocotones del Mediterráneo, que ya sufrían por el exceso de oferta de esta temporada”.
El melocotón es una fruta asociada a múltiples beneficios para la salud, como por ejemplo para el sistema cardiovascular, la reducción de acumulación de grasa, refuerza el sistema inmunológico, incluso parece tener efectos beneficiosos para la prevención de cáncer o reducir el estrés.
El melocotón es una fruta muy baja en calorías ya que su componente principal (casi el 86%) es el agua. Se considera que al 100 gramos de melocotón contienen 37,05 Kilocalorías con una proporción de 0,6 gramos de proteínas, 0,1 de grasa y 9 de hidratos de carbono.
Es un fruto muy rico también en vitaminas y, particularmente, vitamina C, B1, B2 y B3. También es rico el melocotón en betacarotenos como el ácido pantoténico.
El ácido pantoténico, también conocido como vitamina B5, se encuentra en muchos alimentos de origen vegetal y animal, como pueden ser los huevos, las carnes blancas o las vísceras, pero también en brócolis, patatas y tomates por nombrara algunos. De ahí su nombre derivado del griego, panthoten que significa en todas partes.
El ácido pantoténico interviene en muchos procesos importantes del organismo, por ejemplo en el metabolismo, y por ello se le ha atribuido múltiples efectos beneficiosos.
Entre otros, aunque se requieren más evidencias científicas para asegurar que esto es así, podemos nombrar disminuir la migraña, reducir el colesterol en sangre, reducir los síntomas de la artritis o incluso reducir el estrés.
Otra propiedad interesante del melocotón es que contiene una buena cantidad de fibra. Aproximadamente se calcula que cada 100 gramos de melocotón contiene 1,4 gramos de fibra.
El melocotón contiene también hierro por lo que se ha recomendado a personas que sufren problemas de anemia.
Por su rico contenido en betacarotenos y vitaminas, el melocotón tiene un alto poder antioxidante. Lo que se conoce como estrés oxidativo, es uno de los mecanismo que dañan a las células del organismo. Los radicales libres producen disfunción de células como las contenidas en los vasos sanguíneos produciendo un mal funcionamiento de estas y por lo tanto facilitando la aparición de enfermedades cardiovasculares, pero también afectan a otras células como las células de los ojos o de los riñones. Por ello, los betacarotenos y las vitaminas como la vitamina C contenida en el melocotón se consideran beneficiosos en la protección de tanto el sistema cardiovascular, el funcionamiento de los riñones como el sistema ocular.
Seguramente también habrán oído en numerosas ocasiones que el melocotón es bueno para la piel. Precisamente, los radicales libres que se forman cuando se estimula el estrés oxidativo están involucrados de forma importante en la aparición de arrugas. El alto contenido vitamínico del melocotón le convierte en una fruta muy interesante en la protección de la piel.
Una fruta muy cercana al melocotón es la nectarina. La nectarina surgió al cruzar el melocotón con la ciruela. Desde el punto de vista de la salud, la nectarina es muy parecida el melocotón en cuento a sus propiedades en contenido de vitaminas, minerales y fibra. Quizás aporte incluso alguna más kilocaloría por cada 100 gramos consumidos que el melocotón. Los expertos dicen que cada 100 gramos de nectarina contienen aproximadamente 46 kilocalorías y le hemos contado que 100 gramos de melocotón contienen prácticamente 37 kilocalorías. Es muy rica también en vitamina C y minerales como el potasio, o que la convierte, al igual que el melocotón en frutas muy interesantes para el sistema cardiovascular y para personas que hacen ejercicio físico y deporte.
España, Italia, Francia y Grecia son los principales productores de melocotones (la producción anual de esa fruta de la UE se sitúa entre 2,4 y 2,5 millones de toneladas) y nectarinas (con entre 1,1 y 1,2 millones de toneladas).
Algunos informes dicen que en España se ha reducido el consumo de melocotones y nectarinas, pasando de casi cuatro kilos por habitante y año en 2011 a prácticamente la mitad en 2013. Simplemente como dato, interesante en Italia se consumen unos 13,5 kilos por habitante y año de estas ricas y beneficiosas frutas.
Dice la historia que fue en China, aproximadamente en el siglo II antes de Jesucristo donde comenzó el cultivo de los melocotoneros. En China el melocotonero es considerado todavía símbolo de inmortalidad. Los romanos introdujeron los melocotoneros en la antigua Roma se cree que en tiempos del primer emperador del imperio romano, Cayo Octavio Turino, más conocido como Cesar Augusto. Al melocotonero los romanos lo llamaron manzana de Persia.