La manzana es popularmente conocida como la fruta de la salud. Hay un viejo refrán inglés que dice “una manzana al día mantiene al médico lejos de ti”. Diferentes estudios han sugerido y atribuido a un tipo de heteropolisacárido (un tipo de hidrato de carbono) denominado pectina como responsable de las bondades saludables de la manzana.
La pectina tiene múltiples propiedades. Por ejemplo, tiene la capacidad de retener agua lo que hace que sea beneficiosa en caso de diarrea, ya que hace que el proceso fisiológico de vaciado del estómago sea más lento. También parece que la pectina puede tener efectos beneficiosos sobre el metabolismo del colesterol. La pectina se une a los ácidos biliares, que son los productos de degradación del colesterol, facilitando así su expulsión por las heces.
Unos investigadores de la Universidad de Florida han publicado un trabajo cuyas conclusiones fueron que 160 mujeres entre 45 y 65 años que consumieron una manzana al día durante seis meses redujeron en un 23% el colesterol »malo» (LDL) y aumentaron un 4% el »bueno», (HDL) en comparación con otro grupo de mujeres que no consumieron la manzana diaria.
La reducción en la velocidad de vaciado del estómago por la pectina, también puede tener importancia en disminuir los niveles de glucosa en sangre, particularmente interesante para las personas que sufren de diabetes mellitus. Además, una parte importante del azúcar de la manzana está constituida por fructosa, que necesita menos insulina que la glucosa para ser metabolizada, y transformada en energía.
Pero la manzana además de pectina contiene otros nutrientes beneficiosos para la salud. Por ejemplo, la manzana tiene ácidos orgánicos que regeneran la flora intestinal. Entre estos ácidos orgánicos destaca el ácido oxálico. Hay, sin embargo que tener en cuenta que el ácido oxálico puede formar sales al combinarse con minerales como el calcio y formar oxalato cálcico. El oxalato cálcico forman las famosas “piedras de los riñones”. No obstante, parece que gran parte de dicho ácido se pierde mediante el cocinado de la manzana.
Otro nutrientes beneficiosos de la manzana son los polifenoles que contiene (como quercetina y otros flavonoides) y que la convierte en una fruta con propiedades antioxidantes. Debido a estos componentes también hay trabajos publicados en revistas científicas que sugieren las bondades de la manzana como complemento para mejorar la prevención de algunos tipos de cáncer. Así, en el año 2001 un estudio de la Clínica Mayo sugirió que la quercetina ayuda a prevenir el crecimiento de células cancerígenas en la próstata.
Existe una gran variedad de manzanas diferenciadas entre otros aspectos por los diferentes colores de su piel. Estos colores de la piel se debe a los diferentes fitoquímicos que contienen. Los fitoquímicos , que podríamos considerar los pigmentos de las frutas y verduras, además de diferenciar a estas en su color también tienen propiedades beneficiosas para nuestra salud.
Las manzanas rojas pertenecen a un grupo que ayuda a la salud de la memoria, el corazón, el tracto urinario y ayudan a la protección contra algunos tipos de cáncer. Este grupo contiene los fitoquímicos licopeno y antocianinas además de compuestos fenólicos y flavonoides.
Las manzanas amarillas se relacionan con la protección contra algunos tipos de cáncer, la vista, protección cardiovascular, y del sistema inmune. Los alimentos de color amarillo o anaranjado brillante contienen vitamina C y los fitoquímicos: carotenoides (entre otros el beta-caroteno) y quercetina.
La manzana verde se relaciona con la protección de algunos tipos de cáncer, mantención de huesos y dientes fuertes, beneficios a la vista. Las frutas y verduras verdes contienen entre sus fitoquímicos a polifenoles e isoflavonas. Incluso se dice que cuanto más oscuro es el color verde la manzana tendrá mayor contenido de sustancias protectoras.
La manzana no es solo un alimento, sino que se ha convertido en un símbolo de progreso. Manzana es el símbolo de una conocida marca de ordenadores y aparatos tecnológicos. Manzana calificada como grande es la forma de nombrar a la maravillosa ciudad de New York. Pero la manzana también es motivo de la historia, Si no que se lo pregunten a Guillermo Tell personaje suizo entre leyenda y realidad que atravesó con una certera flecha salida de su ballesta la manzana que su hijo tenía sobre la cabeza para aplacar la ira del gobernador de Altdorf, Hermann Gessler. Dice la leyenda que Tell rehusó inclinarse en señal de respeto ante el sombrero instalado en la Plaza Mayor de Altdorf simbolizando al soberano de la Casa de Habsburgo y el gobernador Gessler le conmutó la pena de muerte por este acto considerado como rebelde cuando la flecha atravesó limpiamente la manzana sobre la cabeza del hijo.
La manzana es también un emblema pagano de la inmortalidad. Ejemplo de ellos es el Jardín de las Hespérides, donde crecían unos árboles custodiados por unas ninfas y un dragón, que daban manzanas de oro, portadoras de la inmortalidad. En la tradición judeocristiana, la manzana simboliza la tentación, lo prohibido y el pecado, representado por la manzana del Árbol de Conocimiento del Bien y el Mal que Eva hizo comer a Adán, en el Jardín del Edén por la intermediación de la serpiente. Podíamos llenar páginas y páginas sobre la manzana y su simbología pero yo me quedo con la manzana de Blancanieves en símbolo de deseo y felicidad.