En el marco del Día Mundial de la Hemofilia, que se conmemora cada de abril, se ha celebrado el seminario ‘on line’ “La hemofilia desde una perspectiva global”, en el que tres expertos de diferentes partes del mundo han abordado los tratamientos actuales y futuros de esta enfermedad, y el acceso a los mismos por parte de los diferentes países, así como su adaptación a la actual situación de pandemia. Todos los participantes han coincidido en la importancia extrema de la profilaxis, siempre bajo el criterio del hematólogo, y en la necesidad de mejorar la calidad de vida de los pacientes con el objetivo final de tratar de igualarla a la de la población general.
La jornada ha sido organizada por la Real Fundación Victoria Eugenia (RFVE), la Sociedad
Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y la Sociedad Española de Trombosis y
Hemostasia (SETH), con la colaboración de Roche. David Silva Gómez, presidente de la RFVE,
Víctor Jiménez Yuste, vicepresidente 2º de la SEHH, y Joan Carles Reverter Calatayud, presidente
de la SETH, han inaugurado la sesión señalando la importancia de celebrar el Día Mundial de la
Hemofilia para dar mayor visibilidad a esta patología poco frecuente. La presidenta de la Comisión
Científica de la RFVE y moderadora de la sesión, María Teresa Álvarez Román, ha recordado la
reciente actualización de las guías de recomendaciones para el tratamiento de los pacientes con
hemofilia.
Avances en el tratamiento
En calidad de jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario de La Paz
(Madrid), Jiménez Yuste ha expuesto los últimos avances en el abordaje de la hemofilia y ha
explicado cómo se ha ido adaptando el enfoque para mantener la calidad asistencial de los
pacientes. “Hemos trabajado durante mucho tiempo con los niños y adolescentes, ahora estamos
poniendo el foco en los adultos, dedicando nuevos tratamientos y cirugías para mejorar su calidad
de vida”.
La situación ha mejorado gracias a diferentes factores, entre los que destaca la llegada de
numerosos fármacos y tratamientos. El primer paso de la evolución ha sido la llegada de los
concentrados de vida media extendida que, a través de diferentes tecnologías, buscan alargar la
semivida del factor. Los nuevos tratamientos actúan en diferentes partes de la cascada de la
coagulación con el fin de restaurar la hemostasia.
El futuro nos depara la curación de la enfermedad a través de la terapia génica. Actualmente hay
en marcha ensayos clínicos que muestran resultados prometedores”, ha anunciado Jiménez Yuste.
A partir de 2021, el tratamiento de la hemofilia se hará poniendo al paciente en el centro de la toma
de decisiones, para elegir el tipo de tratamiento analizando diferentes variables: fenotipo
hemorrágico, accesos venosos, estilo de vida, carga de tratamiento y estado articular. El futuro ya
está aquí y se basa en elegir el tratamiento “ideal” utilizando un enfoque integrador y orientado al
paciente para la toma de decisiones compartida.
Hemofilia en Latinoamérica
En su intervención, Maximiliano Berro Castiglioni, representante del Grupo Cooperativo
Latinoamericano de Hemostasia y Trombosis (CLAHT) y profesor adjunto de la Facultad de Medicina
de la Universidad de la República de Uruguay, ha presentado la situación del tratamiento de la
hemofilia en Latinoamérica, “una región caracterizada por sistemas de atención que mejoran
rápidamente, pero con sustanciales disparidades entre países y donde hay poca información en la
literatura científica”.
Según el Sondeo Mundial de 2019 de la Federación Mundial de Hemofilia (FMH), los 32.946
pacientes con hemofilia registrados en 20 países de América Latina suponen el 16% del total de
pacientes a nivel mundial. Los principales desafíos en la región son la falta de centros de referencia,
la escasez de tratamientos, la baja calidad de vida, el difícil acceso a recursos educativos y la
necesidad de una mejor gobernanza.
Los estudios han demostrado que la supervivencia y la esperanza de vida mejoran
significativamente en los pacientes que reciben atención en un centro de referencia, que son parte
fundamental del concepto de tratamiento integral en los países desarrollados. En cambio, en
América Latina hay escasez de centros especializados que brinden atención integral y en los países
donde existen solo se encuentran en las capitales o algunas ciudades principales.
Dadas las condiciones socioeconómicas desfavorables las discapacidades físicas para el trabajo
tiene un impacto social aún mayor. Se necesita más investigación para conocer las necesidades de
los pacientes y desarrollar intervenciones para ayudar a los pacientes y sus familias a afrontar esta
enfermedad. Muchos pacientes no tienen acceso a información adecuada sobre el tratamiento y la
atención de la hemofilia.
En los últimos años se observan importantes avances, como la introducción de la profilaxis a largo
plazo en varios países y la mejora en la esperanza de vida, pero la atención de la hemofilia en
América Latina es heterogénea, particularmente con respecto a la disponibilidad de profilaxis y
accesibilidad al tratamiento; se necesitan estudios para conocer más sobre su atención, así como
formular estrategias adaptadas para mejorar los resultados. En muchos países se ha dado una baja
prioridad por parte de las autoridades sanitarias, lo que obstaculiza la atención del paciente.
Es clave aumentar la promoción del tratamiento y estimular las intervenciones de los gobiernos por
parte de los especialistas en hemofilia y la academia. Las organizaciones de pacientes desempeñan
un papel fundamental en la atención de la hemofilia y deben ser alentadas a nivel nacional y mundial.
Adaptarse al cambio
La FMH cuenta con un registro de 324.648 personas, de las que 195.263 padecen hemofilia, 80.302
presentan enfermedad de Von Willebrand y 49.083 tienen otros trastornos de coagulación, según el
Sondeo Mundial de 2019. Desde la FMH trabajan para que todos ellos tengan su tratamiento.
Entre otros retos, el presidente de la FMH, César A. Garrido Donado, ha señalado la necesidad de
un diagnóstico, ya que gran parte de los pacientes con trastornos hemorrágicos hereditarios siguen
sin estar identificados. De los pacientes diagnosticados, la mayoría no tienen acceso a tratamiento
ni atención. Según la FMH, “al menos 20 países que nunca habían tenido acceso a estos
medicamentos, lo tendrán en los próximos 5 años”.
Además, se está realizando una fuerte vigilancia de las nuevas terapias para garantizar su aplicación y eficacia. Ha destacado la necesidad de seguir innovando: las nuevas terapias revolucionarán el panorama del tratamiento, “pero se está generando tanta información y expectación entre los pacientes que a veces quizás no se pueda cumplir con las expectativas del público”.
No se puede olvidar que la pandemia está cambiando la forma en que se trabaja: hay mucha
desinformación y está costando mantener los programas educativos, pero se han implementado
nuevos modelos para “adaptarse al cambio”, como dice el lema del Día Mundial de la Hemofilia
2021.
El presidente de la FMH ha defendido la necesidad de contar con el apoyo gubernamental para que
el programa de atención de la hemofilia esté contenido dentro del sistema nacional de salud de
todos los países. También ha recordado la importancia de tener un sistema de recolección de datos
bueno y eficiente dentro de los servicios de salud y una fuerte organización de pacientes que se
ocupe de la educación y defensa de los derechos de la comunidad de personas con hemofilia y
otros trastornos de la coagulación.