Además de un mal para quien la sufre, la gripe es un problema para las arcas públicas y para las empresas: según advierte la Asociación Española de Especialistas de Medicina del Trabajo (Aeemt), las bajas laborales por gripe suponen al Estado entre 700 y 1.000 millones de euros al año.
Según Alfredo Ribelles, vicepresidente de esta asociación, la gripe es responsable del 18 por ciento de las incapacidades temporales que se registran en nuestro país: “De cada cuatro casos de gripe, uno causa incapacidad temporal, y, con un promedio de siete días de baja y un coste de 20 euros la hora de trabajo, cada proceso gripal tiene un coste de 1.100 euros para las empresas”.
Su presidente, Antonio Iniesta, añade que “lo peor no es, ni siquiera, la gripe en sí”: “Lo peor es que deja el terreno abonado para padecer otras patologías. Y como los trabajadores tienen miedo a que se les despida y no faltan al trabajo, a los 15 días enferman de otra cosa”. La gripe, por lo tanto, “hay que curarla bien”.
Vacunar a todas las personas con un empleo
Ante la magnitud de estas cifras, la Asociación Española de Especialistas de Medicina del Trabajo apuesta por extender la vacunación a todos los trabajadores, desde los servicios de prevención de las propias empresas. Porque, ante los 1.100 euros que puede costar una baja por gripe a una empresa -y teniendo en cuenta que el coste de una vacuna antigripal oscila entre los ocho y los 12 euros-, “la vacuna es una herramienta bastante rentable”. “Sin olvidar que a nadie le apetece estar con fiebre varios días”, reitera el presidente de la Aeemt, Antonio Iniesta.
Según datos de esta organización, las empresas que vacunan adecuadamente a sus empleados reducen hasta en un 92 por ciento las incapacidades temporales derivadas por gripe.
Raúl Ortiz de Lejarazu, director del Centro Nacional de Gripe de Valladolid, va más allá y sugiere la posibilidad de vacunar a toda la población: “Llevo trabajando en gripe toda mi vida, y soy de los que pienso que se podría indicar la vacunación, perfectamente, a toda la población”.
En Estados Unidos y Canadá, según afirma, “se recomienda vacunar a todas las personas mayores de seis meses”. Esto no quiere decir, sin embargo, “que esa indicación tenga que estar cubierta por la sanidad pública”. Por el momento, mejor aparcar el debate.