España no cuenta con la regulación de este tipo de terapias para su ejercicio en centros sanitarios, mientras que sí existe una obligatoriedad de tributación a los profesionales reconocidos en los apartados 841 y 944 del sistema tributario. Esta irregularidad precisará ser atendida «en beneficio y provecho de unos ciudadanos» que día a día hacen un mayor uso de estas terapias y que «desean ser atendidos por especialistas y servicios de calidad».
Algunos diputados europeos han mostrado su apoyo a esta propuesta, como los populares Esther Herranz, Gabriel Mato y Verónica Lope, el socialista Javier López, el convergente Ramón Tremosa o la eurodiputada de UPyD Beatriz Becerra, que ya mostró su compromiso antes de la cita electoral.
Dentro de la Unión Europea, los procesos de regulación y reconocimiento varían de un Estado miembro a otro. Según los expertos, esta anomalía debe ser subsanada atendiendo a los preceptivos artículos 3 y 26 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, encargados de velar por el mercado común y la necesaria libre circulación de personas, servicios, capitales y trabajadores.
Por su parte, el Parlamento de Cataluña ha aprobado una propuesta de resolución que insta al Gobierno de la Generalitat a regular «las condiciones para el ejercicio de las terapias naturales ejercidas por profesionales no sanitarios y en centros no sanitarios» y a «trasladar a las instancias competentes la realización de una propuesta para la acreditación de la formación y las competencias no sanitarias del ejercicio profesional de las terapias naturales».