Los separatistas prorrusos del este de Ucrania celebran hoy elecciones primarias de cara a unos hipotéticos comicios locales contemplados en los Acuerdos de Minsk, pero que Kiev se niega a convocar mientras no se cumplan sus condiciones.
Las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk escenifican hoy un proceso democrático en los territorios que controlan para elegir a sus candidatos a distintos cargos municipales.
Las autoridades prorrusas de Donetsk han abierto 208 colegios electorales tras dividir la capital homónima y alrededores en 17 circunscripciones mayoritarias unipersonales, en las que se elegirá a un total de 514 candidatos integrados en dos formaciones políticas.
Otras grandes ciudades y el resto de las localidades de la región controladas por los prorrusos, como es el caso de Górlovka, Makéevka o Yenákievo, no participan en el proceso.
Una veintena de ciudadanos extranjeros actúan de observadores internacionales, entre ellos Anatoli Bibílov, presidente del llamado Parlamento de la también autoproclamada república secesionista de Osetia del Sur, que se declaró independiente de Georgia en 2008.
En la vecina Lugansk, las primarias se celebran en el territorio de la ciudad homónima y en otras dos localidades.
Pese a las presiones de sus socios europeos, con Alemania y Francia a la cabeza, Kiev se niega a aplicar la parte política de los Acuerdos de Minsk firmados en febrero de 2015 entre representantes del Gobierno ucraniano y los sublevados.
Ucrania exige un alto el fuego duradero -de al menos tres meses sin un sólo disparo- y también recuperar el control de los tramos de frontera con Rusia ahora en manos de los rebeldes, para avanzar en la convocatoria de elecciones locales en los territorios prorrusos y una amnistía para las milicias rebeldes.
Rusia y los separatistas, por contra, exigen que estas cuestiones se resuelvan en paralelo con la agenda política, que incluye además la concesión de un estatus especial de autogobierno a las regiones rebeldes, la reforma constitucional para la descentralización de Ucrania y la amnistía a los combatientes prorrusos.