El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, y el líder de la oposición, Raila Odinga, anunciaron hoy un acuerdo para resolver la crisis política que vive el país desde las elecciones de agosto de 2017.
«Empezaremos un proceso para unir a nuestro pueblo y determinar qué divide realmente a nuestra nación. Debemos unir a todo nuestro pueblo, en el que nadie se quede rezagado», afirmó Kenyatta, en una comparecencia junto a Odinga, tras la reunión que celebraron en Harambee House, la Oficina del Presidente en Nairobi.
«Este país es más grande que cualquier individuo (…). Las elecciones van y vienen, pero Kenia permanece», subrayó el jefe de Estado.
Es la primera reunión de Kenyatta y Odinga desde las disputadas elecciones del 8 de agosto de 2017, que ganó el mandatario pero fueron impugnadas por el líder opositor, y la repetición de los comicios el pasado 26 de octubre, boicoteados por la oposición.
«Ha llegado la hora de afrontar y resolver nuestras diferencias», afirmó Odinga, líder de la coalición opositora Súper Alianza Nacional (NASA), quien el pasado 30 de enero se autoproclamó «presidente del pueblo».
«La división acaba aquí. Empezamos el proceso de construir Kenia», aseveró el jefe de la oposición, que se fundió en un efusivo apretón de manos con el presidente ante los periodistas, de quienes no aceptaron preguntas.
La reunión coincide con la visita del secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, que llega hoy a Kenia para entrevistarse con Kenyatta, entre otros compromisos, dentro de su gira africana.
El mes pasado, once embajadores extranjeros en Kenia, entre ellos los de Estados Unidos y Reino Unido, exigieron a la oposición que reconozca a Uhuru Kenyatta como legítimo presidente para dar pie a un diálogo que permita resolver la crisis política.
La autoinvestidura de Odinga en enero fue un nuevo capítulo del pulso que mantiene con el presidente desde las elecciones de agosto, impugnadas con éxito por la NASA, que, sin embargo, boicoteó la repetición de la votación de octubre, lo que permitió que el jefe de Estado lograra más del 98 % de los votos.
Hasta ahora, Odinga no ha reconocido como válidas las elecciones de octubre ni el resultado de los comicios de agosto, de los que asegura ser el verdadero vencedor con unos supuestos resultados alternativos que le darían 8,1 millones de votos, frente a los 7,8 millones que obtuvo Kenyatta, reelegido para un segundo mandato.
El líder opositor ya rechazó los resultados de las polémicas elecciones de 2007, algo que derivó en una ola de violencia postelectoral en la que murieron unas 1.100 personas.