Al menos ocho miembros de una misma familia murieron por un bombardeo de aviones turcos en una localidad en el sureste del enclave kurdo de Afrín, en el extremo noroeste de Siria, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Entre las personas fallecidas en la ciudad de Kobla, al menos cinco de ellos son menores de edad, detalló la ONG.
Con este balance, son ya 51 los civiles que han perecido desde el pasado 20 de enero cuando comenzó la Operación «Rama de Olivo», lanzada por Turquía en varias localidades de la región de Afrín contra los combatientes de las milicias kurdas Unidades de Protección Popular (YPG, en kurdo), según la fuente.
Ankara considera terroristas a las YPG, a las que ve como una filial del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda presente en su territorio.
El presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, aseguró hoy que han «enviado al infierno a 484 terroristas»
Erdogan explicó que entre el Ejército Libre de Siria ELS, aliado de Turquía en esta ofensiva) y sus unidades, hay un total de veinte caídos, de los que siente son turcos y el resto de su aliado.