Diecisiete civiles han muerto hoy por disparos de desconocidos en la provincia de Kunduz, norte afgano, en una matanza de la que los lugareños acusan a fuerzas pro gubernamentales aunque, el Gobierno niega toda implicación.
Contactado telefónicamente desde Kabul, el portavoz del Gobierno provincial, Inayatulah Jaliq, confirmó a Efe la masacre pero negó que los asesinos tuvieran vínculos con el Ejército afgano.
«Los atacantes no están relacionados con las fuerzas de seguridad y parece que se ha tratado de una rencilla local en el poblado de Kanam, en el oeste de la provincia», dijo el portavoz oficial. Jaliq afirmó que hubo un tiroteo en el que «murieron ocho civiles y nueve fueron heridos».
Lugareños citados por medios locales aseguraron, sin embargo, que los atacantes forman parte de una milicia pro gubernamental, y cifraron en 17 los muertos en la masacre.
Según la ONU, un total de 579 civiles murieron y 1.216 resultaron heridos en el primer cuatrimestre de este año en Afganistán.
El organismo internacional atribuyó el 79% de esas muertes a grupos insurgentes, el 12% a las fuerzas de seguridad afganas y de la OTAN, y el resto a incidentes armados aún por esclarecer.