Que para dedicarse a la política influya la tradición familiar no es un elemento negativo. Es lo que opina Xavier Coller, catedrático de Sociología de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla y uno de los autores del estudio »El perfil del poder. Radiografía de los parlamentarios andaluces (2008-2012), en el que se señala que el 39% de los parlamentarios reconoce que tiene familiares que se han dedicado a la política.
«Quedarse de forma negativa con ese 39% de diputados es hacer una lectura inapropiada del estudio. La tradición familiar puede influir de cara a ejercer una profesión. Pasa en las familias donde hay abogados, médicos o taxistas. Y puede ocurrir en política». En su opinión, no hay que confundir el efecto de la familia como motivación profesional para dedicarse a este campo, con el enchufismo. «En algunos casos, hay reproducción política de padres a hijos en un puesto político. Por ejemplo, el caso de la familia Baltar en la Diputación de Ourense. Pero son minoritarios, una pequeña proporción».
El estudio andaluza apunta que del 39% de los parlamentarios que dice tener allegados relacionados con la política, en el 63% de los casos menciona a familiares en un cargo de designación o de representación pública.
La ideología del núcleo familiar resulta determinante entre los diputados andaluces para definir su pensamiento político. «Los que tienen familia de izquierda acaban en formaciones de esta corriente, y pasa lo mismo con entornos conservadores».
Otro de los datos llamativos del trabajo es que los diputados perciben que es más importante la lealtad al partido que la preparación profesional de cara a formar parte de una lista electoral. «Sí, es cierto, pero por estrecho margen. Los representantes ven que se valora la meritocracia, pero en este sistema de partidos la lealtad es un punto a favor. Es una derivación del modelo de listas electorales en el que tiene peso lo que pueda decir, por ejemplo, el presidente de una diputación».
Coller sostiene que un objetivo de estudio es averiguar qué criterios se tienen en cuenta para confeccionar una lista electoral con el actual modelo, de listados cerrados.
Sobre el descrédito de la política y la corrupción, la visión de los diputados es que hay casos puntuales de corruptelas que arrojan sombras sobre «una élite política que se perciben por lo general honrada». El académico insiste en que no se debe confundir los procesos contra determinadas personas con una imagen negativa en general de la política y sus dirigentes.