Los dos hinchas del París Saint Germain (PSG) que se enfrentaban a las mayores peticiones de penas por los incidentes registrados en Bilbao en septiembre de 2011 han alcanzado un acuerdo con las acusaciones, tras el que las han visto rebajadas a dos años y nueve meses de prisión en un caso y un año en el otro, además del pago de una indemnización de 164.000 euros al joven que resultó herido de gravedad en los altercados.
Este acuerdo se suma al alcanzado por otros cinco acusados en la primera jornada del juicio oral que comenzó el pasado miércoles en la Audiencia de Bizkaia y que ha quedado visto para sentencia este viernes. Para el único de los aficionados franceses con el que no se ha alcanzado un acuerdo, que no ha admitido participar en ningún altercado, se mantiene la petición de tres años de prisión.
Los incidentes juzgados se produjeron el 29 de septiembre de 2011, horas antes de la celebración de un partido de la Europa League que enfrentaba al Athletic de Bilbao con el PSG en el estadio de San Mamés.
Según mantienen las acusaciones, alrededor de medio centenar de aficionados del equipo parisino provocó diversos incidentes en las inmediaciones, que causaron daños en el mobiliario urbano y en establecimientos hoteleros en la zona de Doctor Areilza y Licenciado Pozas, donde suelen reunirse aficionados del equipo bilbaíno. Durante estos incidentes se produjeron cinco heridos, uno de ellos de gravedad, con traumatismo craneoencefálico, entre otras lesiones.
Nueve aficionados del PSG estaban acusados por distintos delitos de desórdenes públicos, lesiones, daños y atentado contra la autoridad, aunque uno de ellos no compareció ante el tribunal y será juzgado en un posterior proceso.
Otros cinco alcanzaron un acuerdo en la primera jornada del juicio por el que asumían los hechos que se les imputaban y rebajaban las peticiones de penas, que inicialmente oscilaban entre los 15 y los 36 meses de prisión. Cuatro admitieron haber participado en los desórdenes públicos en la calle que causaron diversos daños y lesiones a varios clientes del bar Mugiqués y se enfrentan a una petición de un año de prisión. El quinto reconoció haber empujado a un ertzaina en el estadio de San Mamés y la petición fiscal se rebajó a seis meses de prisión por atentado contra la autoridad.
Tras las declaraciones de acusados y testigos durante las sesiones anteriores, se ha celebrado este viernes la última jornada del juicio oral, en el que se ha alcanzado un nuevo acuerdo entre la acusaciones y dos de los encausados. Ambos habían sido identificados durante la segunda sesión del juicio por el joven que resultó herido de gravedad, que, según relató, ha sufrido secuelas físicas y psicológicas y al que le ha sido reconocida la incapacidad permanente total para ejercer su profesión.
Para uno de ellos, la Fiscalía pedía ocho años de prisión y la Acusación Particular que representa este joven solicitaba 16 años. Tras el acuerdo alcanzado, la petición se ha reducido a 2 años y nueve meses de prisión por los desórdenes públicos, daños y lesiones registradas en la zona del Mugiqués, las lesiones que sufrió en la calle Doctor Areilza el joven herido muy grave –se le acusa de arrojar un objeto y posteriormente golpearle–, y atentado y lesiones por golpear a un ertzaina.
El segundo de los acusados de participar en la agresión a este joven, para el que pedía inicialmente cinco años de prisión la Fiscalía y 13 la Acusación Particular, será finalmente sólo acusado de estas lesiones con una petición de un año de prisión, según la Fiscalía, por lanzar una silla que no impactó sobre el herido pero que «favoreció la acción» del otro acusado.
Para ambos se solicita, además, indemnizar, de manera solidaria con 164.000 euros a la víctima. Al igual que en el acuerdo con los acusados de la primera jornada, la Fiscalía ha anunciado que no se opondrá a la suspensión de ejecución de penas de prisión si cumplen con el pago de las distintas indemnizaciones a los afectados y multas por daños impuestas en cada caso.
PIDE LA ABSOLUCIÓN
El único de los hinchas que no ha llegado a ningún acuerdo está acusado de desórdenes públicos, daños y lesiones a los clientes del Mugiqués. Para él, la Fiscalía solicita tres años de prisión ya que considera que está «acreditada sobradamente» su participación en esos incidentes y considera «inverosímil» su versión de que «pasaba» por el lugar y no participó en los altercados.
La fiscal ha señalado que, en las imágenes tomadas ese día, el acusado está «perfectamente situado» en el lugar e incluso él mismo «se reconoce». Asimismo, ha apuntado que «queda acreditada su pertenencia al grupo» que portaba una camiseta conmemorativa del aniversario de una tribuna del estadio del PSG y ha añadido que diversos testigos han declarado que el grupo de hinchas franceses «actuaba como un grupo compacto».
«No cabe otra que, si estaba allí presente, es porque estaba en esa acción conjunta de lanzamientos de objetos, de agresión a personas, de hechos delictivos y violentos que son imputables a todo el grupo», ha manifestado la fiscal, que ha destacado que un agente de la Ertzaintza de paisano que estaba en la zona del bar «se queda con la cara de cuatro personas, entre ellas» la del acusado, pese a que no pudo determinar «exactamente si lanzó una silla o una mesa».
La defensa, por su parte, ha pedido su absolución ya que las acusaciones de la Fiscalía «se fundamentan en nada». A su entender, «todo avala» la versión de su defendido, de que se dirigía hacia el estadio de San Mamés y «tuvo que retroceder por los incidentes que había y, en el momento de retroceder, es cuando se le saca» en las imágenes de la zona del bar.
El abogado ha explicado que el acusado no ha querido llegar a un acuerdo, «aunque cabe la posibilidad de que le perjudique», porque «desde el primer momento» ha sostenido que no ha participado en los altercados. De este modo, ha insistido en que, aunque se ha reconocido en las imágenes, «de ahí a reconocer que ha intervenido en los hechos va un abismo».
Según ha indicado, en ninguno de los vídeos, se le ve «agrediendo» o «lanzando» objetos y, además, no aparece en las imágenes «en el momento álgido» de los altercados, sino «cuando los incidentes han finalizado» en «una acera que estaba abierta al público» y no en una «actitud violenta».
Asimismo, ha remarcado que la camiseta que portaba estaba a la venta libre en el momento del aniversario de la tribuna que conmemoraba y no tiene «ningún símbolo que pueda hacer presumir que identifica a gente violenta». De este modo, ha afirmado que su defendido fue detenido por llevar esa camiseta, que portaba otra persona detenida anteriormente. «No se le detiene a él, se detiene a la camiseta», ha sostenido.
El defensor ha destacado que «no hay ningún testigo que le identifique» en los incidentes y que el ertzaina que «dice que le identifica» ofreció un testimonio «inconcreto».
OPUESTO A LOS VALORES
En el último turno de palabra para los acusados, los dos que han alcanzado un acuerdo con las acusaciones han mostrado su conformidad. El tercero de los hinchas ha reiterado que no participó en ningún incidente y ha subrayado que los hechos de los que se le acusa son «opuestos» a sus «valores como persona» y de su trabajo en asistencia sanitaria en viaje, donde tiene la oportunidad «a diario» de «conocer el valor de la vida humana».
El acusado ha lamentado que lleva «el peso de este juicio» desde hace siete años, aunque tiene «la conciencia tranquila», y ha asegurado que ha dejado «todo lo del fútbol» porque «no vale la pena». Tras expresar su «cariño» por España, donde ha estudiado en la Universidad de Cádiz, ha expresado su pesar por lo ocurrido a «todas las víctimas» en los incidentes.