La exvicepresidenta de Zimbabue Joice Mujuru anunció hoy que será la candidata de la opositora Coalición Popular Arcoiris (PRC, siglas en inglés) para las elecciones de 2018 y pidió a los ciudadanos que «reflexionen para reconstruir» el país ante la intervención militar contra el Gobierno de Robert Mugabe.
En una rueda de prensa, Mujuru aseguró que «no hay duda de que Zimbabue necesita un plan de transición» y que la actual situación del país «requiere que todas las partes participen», según la web del diario estatal The Herald.
Mujuru, una heroína de la guerra de independencia de Zimbabue, fue considerada una posible sucesora de Mugabe, de 93 años, desde el cargo de vicepresidenta que ostentó entre 2004 y 2014, cuando fue destituida por «conspirar» contra el jefe de Estado, tras lo que fundó su propio partido político, que se integró este año en la PRC.
Aunque declinó valorar la actuación del Ejército, indicó que Zimbabue atraviesa «unos momentos en los que la paz solo se puede alcanzar mediante la máxima contención» y que la PRC «valora la voluntad colectiva de luchar por el autogobierno de aquellos que participaron en el combate por la liberación».
Mujuru, de 62 años, reiteró que los veteranos de guerra como ella -y como Mugabe- lucharon «por un Zimbabue libre, en el que cada hombre tenía un voto, por un país sin discriminaciones raciales y por un Gobierno democrático e inclusivo».
La exvicepresidenta anunció que se reunirá con ellos para negociar una «manera de proceder» para el país, aunque añadió que desconoce si se están llevando a cabo conversaciones para formar un Gobierno transitorio de concentración de las que informan diversos medios.
Sin embargo, dijo que «lo que nos divide como país es menos de lo que nos une».
«La PRC cree en la igualdad de oportunidades para todos aquellos que llaman su hogar a Zimbabue y no solo para unos pocos», sentenció.
La tensión en Zimbabue empezó a aumentar en la tarde del martes después de que varios tanques fueran vistos en dirección a la capital, Harare, solo un día después de que el jefe de las fuerzas armadas del país, Constantine Chiwenga, advirtiera de que se tomarían «medidas correctivas» si continúa la purga de veteranos en el partido gobernante.
La destitución en la semana pasada del vicepresidente Emmerson Mnangagwa, acusado de «deslealtad» a Mugabe, fue el desencadenante de la intervención, según los expertos.
La formación del presidente, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), respondió afirmando que las palabras de Chiwenga sugerían una «conducta de traición» destinada a «incitar a la insurrección y al desafío violento del orden constitucional».
El exvicepresidente Mnangagwa -también veterano de guerra- se postulaba como sucesor del presidente, lo que finalmente acabó costándole la destitución tras una purga supuestamente dirigida por la primera dama, Grace Mugabe, de 52 años, quien también aspiraba a ocupar el poder tras su marido.
Desde su exilio voluntario en Sudáfrica, Mnangagwa emitió un comunicado en el que afirmaba: «Pronto controlaremos los resortes del poder en nuestro bello partido y país».
Actualmente, los militares mantienen retenido a Mugabe y han detenido a varios de sus ministros, de los que se cree que están detrás de las aspiraciones de poder de la primera dama.