Los primeros escrutinios dan la victoria a CiU, aunque la bajada de escaños es evidente. Así, con un 90% escrutado, CiU conseguiría 50 escaños, frente a los 62 que obtuvo en 2010. Le seguiría como fuerza más votada ERC, con 21 escaños e inmediatamente detrás, el PSC, con 20. El PP sería la cuarta fuerza con 19 escaños.
Los expertos que analizan los resultados electorales en TVE han señalado que han sido un fracaso «estrepitoso» para el líder de CiU, que había querido «convertir las elecciones en un plebiscito», y dudan de que pueda haber un pacto CiU-PP para gobernar. En este sentido, Mayte Alcaraz, de ABC, ha señalado que la relación de ambos partidos ha sido más bien siempre «de conveniencia».
Luis Mauri, de El Periódico, ha resaltado la elevada participación, un dato que también ha sorprendido. Por su parte, Xavier Vidal-Folch, de El País ha destacado que «perder prácticamente un 25 del voto podría hacer cuestionar el liderazgo de Artur Mas. De momento tenemos un doble, que puede ser triple fracaso estrepitoso: el primero, convocar unas elecciones a mitad de legislatura para hablar de temas que no se habían planetado como tal; el segundo, pasar de 62 a 48 escaños, lo que es como »hacer el negocio de las cabras». Y el tercer posible fracaso sería el descenso del frente nacionalista clásico, que da 68 escaños (CiU con 48 y ERC, con 20), es justo la mayoría absolta, y este frente baja. Pero estos 68 escaños es una mayoría muy frágil para hacer un presupuesto, sobre todo porque ERC ha anunciado que está contra la política de recortes, y para elaborar un calendario para el referéndum: ERC lo quiere ya y CiU da un plazo de cuatro años».
José María Brunet, de La Vanguardia, se pregunta cómo se va a administrar este resultado electoral: «La gran poregunta era hacia dónde va Cataluña. Yo imagino un gobierno de la Generalitat fuertemente reivindicativo. Lo que sí queda aplazado, que no estará entre las prioridades, es la celebración de la famosa consulta. El gobierno se deberá centrar en los problemas más cercanos. El resultado les interpela a estas dos duerzas a que respondan a la pregunta de si son capaces de hacer frente a los problemas de Cataluña de forma constructiva».
Mayte Alcaraz, del ABC, ha coincido con Xavier Vidal Folch en que «estas elecciones ponen en entredicho la figura de Artur Mas. No se ha llegado a la mayoría absoluta ni por asomo, y bajar de los 50 diputados cuestiona su liderazgo. Ha hecho un malísimo negocio para su propia formación y ha hecho mal negocio para Cataluña y para el resto de España. Lo que ha hecho ha sido interrumpir una legislatura cuando la economía estaba en una situación tan deteriorada para organizar este plebiscito, que ha terminado siendo un enorme fracaso para él.
Luis Mauri ha querido añadir un cuarto fracaso de Mas, que «es la pretensión de pasar por una cita electoral sin pagar un alto coste por los recortes sociales y la gestión de la criss ecnomómicas. Y ahora, él ha ganado las elecciones, es la primera fuerza, pero es un fracaso sin paliativos que puede introducir el debate de si le lleva a la inmolación política.
Victoria Prego, de El Mundo, habla de «fracaso extraordinario, zarandeaer al país entero, y me refiero no sólo a Cataluña sino a todos los españoles… Es muy caro política y emocionalmente porque lo que Mas ha puesto encima de la mesa no es cualquier cosa, es separarse de España, que España se desgarre, esto no es ninguna tontería. Y ha perdido de una manera estrepitosa. Él, que apeló a la voluntad de un pueblo… Pues la voluntad del pueblo no le sigue«. La periodista ha añadido que el independentistas ha votado a ERC, y el votante natural de CiU, que es «en mi opunión moderado, tranquilo, nada radical, ha decidio que prefiere otras opciones que no es Mas, porque la opción de Artur Mas y su equipo no la quieren seguir».
José María Marco, de La Razón ha recordado que «lo que ha triunfado esta noche son propuestas electorales moderadas. Ciudadanos, que ha abierto su propuesta a temas que no eran sólo el nacionalismo, no ha caído, y el resultado del PP se puede considerar un éxito. En Cataluña el centro político es una relación estable y profunda con el resto de España. Lo que ha estallado han sido las opciones radicales e independistas. Ha perdido el soberanismo y han ganado el voto de la razón y de la moderación».
«Imagen plural de Cataluña», es lo que ha resaltado José María Brunet a tenor de los resultados electorales. Otra valoración que hace Brunet de este resultado es que quizás el camino de Artur Mas representaba osbtáculos para el electorado. Y ha interpretado que «el intento fuerte de gobierno se hará entre Convergencia y Esquerra».
Para Luis Mauri, Mas pudo hacer una «lectura errónea de la manifestación del 11 de septiembre, donde muchos mostraron un descontento muy profundo con la situación económica».
Victoria Prego, por su parte, alerta del avance de ERC, que se «comerá con patatas a CiU». José María Marco se pregunta también qué porcentaje total de voto nacionalista existe con respecto al censo, que siempre ha sido entorno al 30%, y es probable que se haya mantenido. Creo que la derrota de Mas, a pesar de haber ganado las elecicones, ha sido tan grande que recompone por completo el panorama nacionalista«.
Brunet habla también de que «probablemente hoy en Génova y Ferraz estarán más tranquilos. En el resto de España probablemente haya una cierta reacción de alivio ante la desaparición de un escenario de incertidumbre que despertaba Cataluña».
«Hacer bueno un resultado que no esperaba»
Las primeras reacciones de los candidatos han suscitado comentarios en la mesa de debate. Tras la comparecencia de Artur Mas, Brunet ha indicado que lo ha visto «realista, triste, decepcionado, porque no ha conseguido los objetivos que él quería, impecable desde el punto de vista democrático pero poco autocrítico». Y ha comparado su situación con la revalidación de la mayoría absoluta de Feijóo en Galicia. «He visto a un Artur Mas muy decidido a hacer bueno un resultado que no era el que esperaba, reivindicando la naturaleza de CiU como fuerza de gobierno».
Victoria Prego ha visto a un Artur Mas «desolado, él se tiene que arrepentir muchísimo de haber convocado elecciones porque ahora va a tener que gobernar con alguien. Tengo que decir que la invitación» que ha hecho Mas a pactos de gobierno «no sólo es a Esquerra porque él puede formar mayoría con el PSC e incluso con el PP. La invitación es más abierta«. Y Prego ha advertido: «ERC ya ha gobernado en el tripartiro y ya se le han visto las formas de gobernar, no creo que sean los únicos con los que están interesados (CiU) en pactar porque se los pueden comer».
Por su parte, Mayte Alcaraz ha reconocido que Mas ha hecho una «autrocrítica feroz y ha hecho un discurso de nuevo soltando el balón hacia otro lado. Debería haber asumido alguna responsbailidad en esto».
Tras las primeras reacciones de los dirigentes catalanes, Brunet ha indicado que «yo veo factible un pacto CiU-ERC. Creo que Mas va a cambiar de discurso, probablememnte seguirá en los objetivos pero no en el mismo orden de prioridades. Lo que debería hacer es pasar de una política basada en el sentimiento a la política de la gestión».
Mayte Alcaraz ha coincidido en esto con Brunet y ha señalado que Mas «ha basado toda su campaña en el sentimiento, y si cambia el discurso sería un fraude. Sería abdicar de lo que han dichgo anteriormente. El discurso de ERC era acelerar la independencia e ir contra los recortes de su posible aliado en el futuro». Un futuro que Mayte ve complicado: «El presupuesto planteado por el gobierno será muy difícil, los discursos de CiU y ERC chocarán, mucho tendrán que ceder los dos».
Victoria Prego, por su parte, ha señalado que «si el proceso de consulta (por el independentismo) va adelante, lo va a liderar Esquerra. CiU se ha metido en un pasillo muy peligroso, porque esa consulta la lideraría ERC. CiU no va a sacar beneficio, tiene un panorama extraordinariamente complicado para gobernar Cataluña».
Por su parte, Luis Mauri se queda con un dato, apuntado por el propio Mas en su discurso, cuando se ha preguntado por qué CiU ha tenido un resultado tan decepcionante: «por el desgaste por los recortes y por la apuesta pòr el independentismo. Me costaría pensar que alguien que identifica las causas del fracaso se empecine en él. Ya veremos qué tipos de alianzas políticas se establecen, no está escrito que la alianza de CiU haya de ser unívoca o exclusiva«.
Para Xavier Vidal-Folch, la comparecencia de Mas ha sido «un funeral, pero él ha comparecido con gran dignidad. Ha sido digno saliendo y diciendo que han sido derrotados en dos cosas: en la estregia y en el programa. Tienen que buscar otro programa, no puede traicionar a su público, pero sí puede modularlo». Y Folch ha incidido en que «se puede hacer una consulta legal con acuerdo del gobierno central».
En cuanto a la situación del PSC, José María Marco ha señalado que «no se derrumba, a pesar de que es su peor resulatdo de la historia, porque no se dejó llevar por la deriva nacionalista». Y ha añadido que «si CiU se empeña en mantener el espíritu soberanista se va a ver desbordado por ERC, y arruinaría aún más de lo que está a Cataluña. Creo que en estas elecciones hay fantasmas que se han empezado a despejar, y que esto va a tener consecuencias inmediatas en Madrid y tendría que tener consecuencias inmeditas en Cataluña».
En este sentido, Brunet ha indicado que tras los resultados electorales, «el PSOE tratará de reanudar la relación con el PSC, aunque éste tratará de llevar una política lo más autónoma posible en Cataluña».
En cuanto al asunto del independentismo, Luis Mauri ha indicado que «el PP y el PSOE harían una lectura miope si pensaran que aquí se ha acabado todo y que ya no está sobre la mesa el asunto de la independencia. Si repasamos el mapa político, tenemos que todas las fuerzas políticas menos dos reclaman una mejora políticay fiscal para Cataluña».
Aunque Brunet ha señalado que el «forzamiento de la legalidad sobre el tema de la independencia ha quedado postergado».