El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha asegurado este jueves que «nadie tiene que preocuparse» por los pasos que se sigan sobre el futuro de Cataluña, porque la decisión final «la tomará el pueblo de Cataluña».
«Que nadie se preocupe por la decisión final, porque no la tomaré yo, ni el Govern ni el Parlament. La tomará el pueblo de Cataluña», ha aseverado en una entrevista a 8tv.
Al preguntársele qué haría si el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le hace una contraoferta, ha respondido que también la consultaría al pueblo catalán.
En declaraciones a 8TV, Mas ha subrayado que el ejemplo del primer ministro británico -que ha acordado con el escocés Alex Salmond la convocatoria de un referéndum sobre la independencia de Escocia- «debería ser un espejo» para el presidente español.
Mas ha advertido de que, si el Gobierno de Rajoy se niega a autorizar un referéndum de autodeterminación e impide además una consulta basada en una ley catalana, acudirá a la UE y la comunidad internacional a denunciarlo y a pedir «cierto amparo» democrático.
Pero si se abre un proceso de negociación o si desde el Gobierno español se formula una alternativa a la del Estado propio, Mas se ha mostrado dispuesto a consultar al pueblo de Cataluña también sobre esta contrapropuesta.
ESCOCIA INVESTIGARÁ A SU MINISTRO PRINCIPAL
El Gobierno escocés encargó hoy a un comité de expertos independientes una investigación para determinar si su ministro principal, Alex Salmond, confundió al electorado sobre el futuro en la Unión Europea (UE) de Escocia.
«Las conclusiones de estos asesores independientes se harán públicas. Yo aceptaré estas conclusiones y espero que todos los miembros del Parlamento escocés también lo hagan», indicó Salmond en dicho comunicado.
Urkullu defiende «una relación directa» con Europa para salir de la crisis
En un artículo de la revista «Política Exterior», titulado «Vocación, Europa; necesidad, abrirse al mundo», Urkullu ha destacado que estos meses se viven «acontecimientos que abren debates de gran calado, debates económicos, debates políticos –recentralizadores en España y descentralizadores en otros lugares, como Escocia– y debates sociales que afectan» al Estado de bienestar.
A su juicio, «Euskadi no es una isla, ni puede ni debe serlo». «Nuestra vocación es abrirnos hueco en el mundo, ser protagonistas de nuestro futuro y, para ello, afrontar la creciente globalización por medio de un creciente proceso de internacionalización», ha señalado.
En este sentido, ha precisado que el País Vasco «vive un nuevo tiempo con la llegada de la paz, inmerso en un contexto de crisis que obliga a repensar todo un proyecto de país».