- ¿Con qué nota calificaría la actuación del presidente, Mariano Rajoy, y de sus ministros, en el último año?
Yo creo que hay tres pilares claves que juzgar: La política fiscal, la política económica y las cuestiones sociales.
1-Política fiscal. En el terreno fiscal ha hecho todo lo contrario de lo que se esperaba. Se esperaba una política liberal, con una bajada de impuestos. Nunca habríamos imaginado la subida del IRPF. Ni tampoco de las cotizaciones sociales, que es lo más grave, porque ha subido así el coste de la contratación. Tampoco habríamos imaginado una subida del IVA, y mucho menos a mitad de trimestre; y lo hicieron. Luego hablan de competitividad…; mientras aumentan deliberadamente los impuestos y los costes laborales.
Subida de impuestos, como el IVA, que, como he dicho, repercute muy negativamente en la producción y en la competitividad, aumentado el coste de los insumos, y en especial de la energía. Hoy tres puntos más cara que hace un año.
Resulta sorprendente como se ha castigado a los profesionales liberales, por ejemplo, y a los autónomos en general, subiéndoles seis puntos las retenciones (del 15% al 21%).
De igual manera las rentas del trabajo en el IRPF han sufrido un importante castigo. A una persona que gana hasta 17.000 euros anuales, le retienen un 24%. Y a una que gana hasta 53.000, el 40%. Por encima ya estamos hablando de un 45%, un 49% o un 52%. Es una barbaridad. Supone que una persona trabaje más de la mitad del año para pagar impuestos. Es lo más desincentivador que hay.
Volviendo al tema de las cotizaciones sociales. Resultaba inimaginable que aquellos que se llenaban la boca hablando de apoyo a los emprendedores, a los autónomos y a la empresa, hayan subido las cotizaciones a los autónomos llamados “societarios”, un 20%, de tapadillo y por Real Decreto, sin ni siquiera incluirlo expresamente en la Ley de Presupuestos Generales del Estado. Esa subida afecta a todos aquellos autónomos que han constituido una pequeña S.L., en la que probablemente el único asalariado sea él mismo. Nada más y nada menos que el 50% de las PYMES de este país.
Esta subida de las cotizaciones sociales ha sido la más importante que se haya hecho jamás. Ni Zapatero se atrevió a hacer semejante barbaridad. Es más las congeló dos años. Por lo menos, hay que reconocer, en ese sentido, que mostró algo más de sensibilidad en tiempos de crisis que este Gobierno que viene castigando fiscalmente a las clases medias desde que llegó al poder.
Este Gobierno ha resultado al final ser aún más socialdemócrata en economía y fiscalidad que el anterior. ¿Quién lo iba a decir? No se atreven a aplicar una política liberal, siguiendo la línea que le correspondería al PP. Se han quedado anclados en las políticas socialdemócratas, que es lo que se ha venido aplicando en los últimos 35 años…
Sólo Aznar adoptó medidas liberales lo suficientemente importantes como para reactivar la economía, bien que no pueda compararse esta crisis económica con aquella. Las tres primeras cosas que se hicieron fueron bajar los impuestos: racionalizar los tramos del IRPF, reducir el IVA y las retenciones a autónomos. Hasta Rubalcaba lo dijo el otro día en el Congreso: “ustedes están machacando a las clases medias”. Parece que se invierten el discurso, según estén en la oposición o en el Gobierno.
Aznar le debería haber explicado a Rajoy y Montoro lo que es la curva de Laffer: cuanto más subes los impuestos, menos recaudas, provocando un círculo vicioso, además de un efecto muy pernicioso para una economía en crisis. Thatcher y Reagan demostraron en los ochenta cómo se puede salir de la crisis bajando impuestos.
2-Política económica. El gran fracaso en política económica es el segundo pilar. Si lo que pretendes es reactivar la economía, lo que no puedes es detraer recursos de la misma subiendo generalizadamente los impuestos. Lo que tienes que hacer es reducir el gasto público, cosa que no se ha hecho. Sólo se ha atacado a las clases más débiles dejando de actualizar las pensiones, recortando sanidad y educación… Pero el peso fuerte del Estado sigue representando el 50% de nuestro PIB; a las administraciones públicas, no se le ha metido la tijera como debiera. No se ha reducido significativamente, ni parece que exista intención de hacerlo. La ley para la reforma de la Administración, parece que será otro parche más.
Tampoco sirve de nada que quiten la paga extra a los funcionarios, ni que congelen las oposiciones. Lo que tienen es un sobredimensionamiento de la administración, impresionante. Empiecen por ahí, pero sean valientes.
Otro tanto cabe decir de la reforma laboral que se ha demostrado totalmente inútil, o la tan traída y llevada ley de emprendedores. Ya están pensando en hacer otra reforma laboral. El mensaje que se traslada es de muy poca seriedad: en dos años, dos reformas laborales. No se crea empleo a golpe de leyes ni de decretos.
No es de extrañar que sigamos perdiendo puestos en el ‘Doing Business’. Ahí estamos en el puesto 44, entre Perú y Colombia.
3- Cuestiones sociales. En esta área tampoco el Gobierno ha cumplido con ninguno de sus compromisos electorales. Ni han hecho lo que dijeron que harían. Como con la ley del aborto, que al final se va a quedar en una ley de supuestos como la anterior a la reforma socialista, que permitió un gran número de abusos.
Igualmente, se puede mencionar aquí lo que ha ocurrido con la ‘doctrina Parot’. Nunca antes se aplicó con tanta rapidez una sentencia del Tribunal de Estrasburgo. Recuérdese el caso Rumasa. Y mucho menos una sentencia sobre un caso particular, aplicada de modo generalizado a multitud de casos: más de 50. Son ya más de 50 los etarras que están en la calle. Ha sido algo bochornoso.
No sé quién tendrá ganas de ver el debate sobre el estado de la Nación. ¿Quién le va a creer a Rajoy cuando dice que va a bajar los impuestos y fomentar el ahorro para recuperar la economía, mejorando el consumo y la inversión? Ese era el discurso que tenía cuando estaba en la oposición, y ya ve.
Nos queda mucha crisis por delante. Una cosa es abandonar la recesión y otra, salir de la crisis. Y crisis, nos queda un rato.
Otra falacia que maneja con frecuencia este Gobierno es que se creará empleo cuando crezcamos. Da la impresión de que para ellos el crecimiento económico es una especie de milagro que cae del Cielo. Cuando se crea empleo y se produce, se crece, y no al revés. En cualquier caso, me extraña que con un crecimiento del 0,9% anunciado para este año, la cifra de 5 millones de parados se vaya a reducir. Los organismos internacionales ya han advertido que el crecimiento es demasiado débil. Los datos de la inflación lo confirman.
- ¿Cuáles cree que han sido sus logros?
Ninguno. Creo que todo lo que se ha hecho ha sido pernicioso para una economía en crisis.
Al final saldremos de la crisis, no este año ni el siguiente, pero saldremos. Sin embargo, no se han sentado las bases de un crecimiento sólido. Hemos perdido una gran oportunidad de hacer las reformas necesarias. No somos más competitivos hoy que hace un año, a pesar de lo que digan. Ni aunque sigan bajando los salarios lo seremos, tal y como pide el FMI. Los costes de energía y los costes laborales (Seguridad Social) e impuestos siguen siendo demasiado altos para serlo.
Tampoco tenemos una balanza de pagos más saneada como dicen, porque exportemos más. Lo que pasa es que importamos mucho menos. E importamos menos porque producimos y consumimos menos. Y aún así nuestra balanza de pagos sigue siendo deficitaria, y exclusivamente mantenida por esa panacea del turismo que tanto quiere promocionar el ministro Soria.
- ¿Qué diría en el debate si fuera presidente?
Dimitiría por no atender a mis compromisos electorales; por llevar dos años sin cumplir un sólo compromiso electoral. Y pediría perdón a los españoles.
- ¿Y qué medidas le ‘da miedo’ que anuncien?
Montoro ha dicho ya varias veces que no va a subir el IVA, y eso ya es motivo suficiente para pensar que lo va a subir…
Palpo una desilusión total. La gente ha perdido las ganas de hacer cosas y de emprender. Pienso en familias que han cerrado su negocio. Gente que ha estado luchando 20 ó 30 años por su empresa o pequeño negocio, y que les han cortado todas las posibilidades. Gente que se ha entrampado, hipotecando su negocio, su casa, para salir adelante…
Se han cerrado más de 60.000 empresas en los últimos dos años. Muchas de ellas grandes, con de más de 1.000 trabajadores. Aunque las más castigadas han sido pequeñas empresas con menos de 40 trabajadores. Empresas de mucho recorrido, fruto de mucho sacrificio. El verdadero activo de este país. Está bien apoyar a los jóvenes emprendedores…, pero de qué sirve crear 8.000 empresas nuevas más, de uno o dos empleados, mientras se deja que las que llevan años en el mercado caigan. Hace falta más de 10 años para que una empresa se consolide en el mercado y sea un verdadero activo para el país. La mayoría de las nuevas empresas no pasan de los 5 años de vida.
- ¿Qué medidas se deberían anunciar?
Todo lo contrario de lo que han hecho. Coger cada medida que han adoptado, desde la subida del IRPF, e ir deshaciendo una tras otra. En economía y en muchos otros aspectos, saldríamos ganando.