1. Desarma, que algo queda
Los ‘verificadores’ aseguran que ETA ha entregado 120 armas de fuego, 3 toneladas de explosivo y varios miles de municiones y detonadores escondidos en ocho zulos. Dan fe de que es el total de su arsenal.
Las Fuerzas de Seguridad incautaron a ETA desde 2012 más del doble de las armas que este sábado entregó la banda.
Sólo en una operación de octubre de 2016 se le incautaron a ETA un total de 145 armas, frente a las 120 que la banda asegura haber entregado este sábado.
Desde 1999, la Policía, la Guardia Civil y las fuerzas de seguridad francesas han decomisado más de 20.000 kilos de explosivos y medio millar de armas.
Las cifras demuestran que el ‘desarme unilateral’ de ETA, si ha sido completo, llega cuando la banda ya estaba prácticamente desarmada por la acción de las fuerzas de seguridad de España y Francia.
2. La legitimación de ETA
El dossier de los autodenominados ‘artesanos de la paz’ que se ha repartido en Bayona blanquea la naturaleza criminal de la banda terrorista. Destaca que ETA nació en el franquismo y critica las detenciones de etarras. Se limita a hablar de ETA como «organización», sin incluir la palabra terrorista, y también se refiere a su «armamento militar» y al «conflicto armado». En ningún momento hay palabras de crítica a su pasado de sangre y violencia ni censura alguna a su actividad durante los últimos cincuenta años.
3. Contra la firmeza de España
Raymond Kendall, del Grupo Internacional de Contacto, dice en el dossier: «Creo que la actitud de los españoles es primitiva: ‘Queremos ganar, os queremos derrotar, no nos interesa nada más’. Con esas condiciones no se puede dar comienzo a ninguna conversación (…) Es difícil explicar la respuesta de las autoridades francesas. Si alguna vez se alejaran del comportamiento de España, ganarían credibilidad».
4. El currículum de los ‘artesanos de la paz’
ETA ha recurrido a organizaciones del entorno de la izquierda abertzale, concretamente a una serie de activistas vasco-franceses que se llaman a sí mismo ‘representantes de la sociedad civil’ o ‘artesanos de la paz’, para proceder a la «entrega total» de sus armas cinco años, cinco meses y 19 días después de anunciar el fin de los atentados el 20 de octubre de 2011.
La voz cantante la ha llevado Text Etcheverry, que el 6 de febrero del año 2008 fue directamente vinculado con ETA. Por entonces responsable de la Fundación Manu Robles-Arangiz, Etcheberry fue arrestado junto con Jacques Morio por dar cobijo a etarras como Mikel Albisu Iriarte, alias ‘Mikel Antza’, entonces jefe del ‘aparato político’ de la banda terrorista, y su pareja Soledad Iparraguire, alias ‘Anboto’.
5. El objetivo real del ‘desarme’
La izquierda abertzale y las organizaciones que han colaborado como mediadoras de ETA están utilizando el ‘desarme’ de la banda terrorista para presionar de nuevo al Gobierno con el fin de conseguir beneficios para los 343 presos que siguen en la cárcel bajo la disciplina de la banda.
En la propia cartelería del acto propagandístico celebrado este sábado en el Ayuntamiento de Bayona se alude al asunto. En la fachada del edificio donde se han reunido Ram Manikkalingam y los otros ‘verificadores’ lucía, de hecho, el clásico lema ‘Euskal preso eta iheslariak etxera’ (Presos y refugiados vascos a casa).
Durante el acto se han proferido gritos en favor de la amnistía para los terroristas, el acercamiento de los presos y la independencia del País Vasco.
Y por la tarde, durante la celebración de la denominada ‘jornada de desarme’, en la plaza Paul Bert de Bayona, se ha exigido además la excarcelación de los presos enfermos. A la tarima desde la que se ha leído el manifiesto de Bayona se ha subido el que fuera preso de ETA Jesús María Zabarte, conocido como el «carnicero de Mondragón», condenado a 615 años de prisión por 20 atentados y 17 asesinatos.