En la conmemoración del Día Internacional de la Mujer en el Palau de al Generalitat, ha afirmado que, más allá del debate soberanista, Madrid y Cataluña ejemplifican valores culturales diferentes: la primera con reacciones basadas «en el orgullo propio, en la dureza de la posición, en el ordeno y mando, una posición muy »hard»», y la segunda en los del trato y el pacto.
Ha argumentado que los valores de Cataluña, que ha calificado de más »soft», están enraizados en el comercio y en la industria, basados «en darse la mano y decir »entendido», en ponerse de acuerdo», y ha reivindicado una feminización de los valores de la sociedad.