El vistoso catálogo con el que Unidos Podemos ha presentado su programa electoral no ha sido el único desmarque de la formación. Entre cortinas y mesitas de noche el catálogo podemita incluye una subida del IRPF elevando «progresivamente» el tipo marginal de cada tramo desde el 45% actual hasta el 55% para las rentas entre 60.000 y 300.000 euros anuales.
Actualmente, la división en cinco tramos supone que las rentas de 60.000 euros anuales pagan el mismo tipo de IRPF que las superiores a 300.000, un 45%, por ello, la propuesta de Unidos Podemos supone subir el IRPF al último tramo hasta que estas últimas paguen un 55%. Según los cálculos de la formación esta subida «afectaría a un 1,5% de la población» y supondría un ingreso a las arcas públicas que estiman en 10.000 millones.
En el lado contrario, el Partido Popular ha sorprendido incluyendo una bajada generalizada del IRPF de dos puntos en su programa para estas elecciones. La propuesta, que no aparecía en el programa de las últimas elecciones, supone reducir el tramo mínimo del 19% actual al 17%, y el máximo del 45% al 43%. Además, los populares apuestan por el público jóven prometiendo que aquellos que consigan su primer empleo no pagarán IRPF durante el primer año. Este guiño a los votantes más jóvenes se complementa con el que afecta a los mayores de 65 años, ya que, según el programa, eliminarán el IRPF a los que trabajen más allá de la edad de jubilación.
El resto de formaciones, sin embargo, parecen aceptar los tipos actuales, al menos de momento. Así, Ciudadanos propone reformar el IRPF, rebajando todos los tipos aplicables, pero lo aplaza hasta 2018 al considerar que «nuestro problema de ingresos públicos no se debe a bajos impuestos, sino a un defectuoso sistema fiscal». Además, plantea rebajar el número de tramos a cuatro desde los cinco actuales. Esta bajada impositiva generalizada supondría, según Ciudadanos, 2.100 millones menos en la recaudación por IRPF que el partido de Albert Rivera pretende contrarestar con la lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida.
El PSOE, por su parte, tampoco tiene intención de tocar el impuesto sobre la renta de forma inmediata, aunque sí propone «reformar de manera integral la tributación de la riqueza«, para lo que creará una comisión de expertos que presentará, en el plazo de seis meses, sus conclusiones para «acabar con la actual descoordinación entre el IRPF, el Impuesto de Patrimonio y el Impuesto de Sucesiones y Donaciones». El partido de Pedro Sánchez plantea también gravar las millonarias indemnizaciones de los contratos blindados habituales entre altos ejecutivos. Así, estas indemnizaciones incluirían un tipo adicional de IRPF por las cantidades recibidas en concepto de «blindaje, salarios diferidos, planes de pensiones, indemnizaciones u otras remuneraciones complementarias».