Para comprender la situación política de Cataluña, también hay que valorar la cuestión de los recortes y el mismo cansancio que hay en el resto de España con el bipartidismo, que en este caso representan CiU y PSC. Esta misma encuesta también le dice al PP que pierde escaños, aunque siempre hay un voto oculto con los populares. En todo caso, la subida de Ciudadanos puede afectar al PP.
En esta encuesta también se hace notar el peso que está teniendo para CiU la la deriva que ha adoptado Artur Mas. Estos hipotéticos resultados han tenido mucha repercusión mediática en Cataluña porque sería la primera vez que CiU no ganaría en número de escaños, así que no tendría la obligación de formar gobierno.
De cumplirse este pronóstico, se podría formar un tripartito ERC, PSC, ICV-EUiA. Si se diese, el partido con mas votos sería ERC, que necesitaría
el visto bueno del PSC. Lo que me cuesta creer es que CiU haga presidente de la Generalitat a alguien de ERC, en caso de que no apostar por un
tripartito.
Como decía antes, creo que se está acusando el desgate de los grandes partidos. La subida de ERC y de Ciudadanos se podría explicar porque dan un discurso más claro. Igual que el de ICV-EUiA con los recortes. Se mojan y son menos ambiguos que otros partidos. Quizás la gente quiera ahora gente que hable más claro en los dos temas que son claves para en la política catalana, que son los de la gestión del dinero público y el independentismo.
Dicho esto, tengo dudas de que los votos que pierde CiU se vayan a ERC. La bajada de CiU no produce un trasvase a ERC. Creo que sube más bien por el voto de gente joven. El voto de CiU se va a otros moderados y a gente que ya no les vota por la deriva independentista. Esto matizaría que CiU hubiese engordado a ERC. Pensemos que si CiU se radicaliza es difícil que el voto radical se vaya a ERC, más bien seguiría votando a CiU o le dejaría de votar. Esta ecuación tan sencilla, que la suele hacer Duran, no la acabo de ver. Otra cosa es que los moderados que se estén yendo sean los de Unió.
En cuanto al PSC, su situación es bastante delicada. Ahora mismo, en este partido hay tantas sensibilidades como dirigentes. Todos sus problemas internos están saliendo de golpe, y es casi ingobernable. Fijémonos en que 5 diputados que votan en contra de lo que le dice la dirección del partido no son más que multados económicamente, la dirección no tiene herramientas para poderles expedientar o expulsar. Es incapaz de centrarles. A nivel local, cada uno vota lo que le da la gana, a favor o en contra de independencia o de la Hacienda propia. A esto se le añade que no tiene nada que repartir; de estar en el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputación, la Generalitat y el Estado, han pasado a no tener nada. El poder de Navarro es mucho menor que hace 3 años. Todo lo que pueda hacer es tratar de dar golpes en la mesa y decir que él está aquí. A todo esto se añade que PSOE y PSC están renovando el pacto que firmaron en la Transición, según el cual todo el PSOE desaparecía en Cataluña. Llevan 30 años jugando a estos juegos y todo lo que ha venido después es la consecuencia de un partido en descomposición.
En cuanto a Mas, tiene el problema de que no puede ir hacia atrás. Ha creado un ambiente de exaltación que no se lo permite. Pero no puede ir
para adelante tampoco porque no tiene mecanismos legales. Está en un punto muerto. Con un añadido, que hay fecha para mover ficha, que es 2014.
La salida lógica sería que, coincidiendo con la renovación del sistema de financiación autonómico, la Generalitat saliese beneficiada. No sería
fácil, pero podría ser una salida. Esta es casi la única salida que el Gobierno le puede dar. El problema es que ha creado el ambiente de que
Cataluña está a punto de ser un Estado independiente. Muchos de sus partidarios controlan los medios y marcan la agenda y no creo que se
tranquilicen y calmen con una mejora del sistema financiación.
Vamos a una situación en la que CiU va a tener problema gordo: esa mejora del sistema de financiación autonómica, que ya pactó Montilla con
Zapatero, se verá como una victoria política pero no creo que sea suficiente para sus socios de ERC. Nadie sabe lo que va a pasar porque,
por otro lado, es imposible convocar un referéndum. Hacer un pronóstico más allá de 4 o 5 meses es complicado en Cataluña, sobre todo porque puede cambiar todo en semanas.
– Daniel Tercero, La Voz de Barcelona.