La mayoría de las fábricas de Vietnam afectadas por los disturbios en las protestas contra China reabrieron hoy sus puertas y trataron de recobrar la normalidad con la ayuda de un fuerte control policial.
«Muchas fábricas han abierto de nuevo, pero no podemos decir que vuelve la normalidad, porque muchas fueron quemadas. Una fábrica china cercana a la nuestra fue destruida al 80 por ciento y creo que no la reabrirán», relató a Efe David Syvina, un empresario coreano del textil con fábrica en la provincia de Dong Nai, a unos 50 kilómetros de Ho Chi Minh (antigua Saigón).
La provincia de Dong Nai vivió algunos altercados, pero la más afectada fue la de Binh Duong, también cercana a Ho Chi Minh, donde cientos de empresas sufrieron daños y algunas resultaron completamente calcinadas.
«Muchas fábricas coreanas y taiwanesas están muy dañadas en Binh Duong, además de las chinas, los manifestantes no han hecho ninguna distinción. No saben cuándo podrán volver a la normalidad y creo que algunas no reabrirán», aseguró Syvina.
Un empresario español que prefirió mantener el anonimato indicó que su fábrica de bolsos retomó hoy la actividad y no sufrió daños durante los disturbios gracias al comportamiento de sus trabajadores.
«Les dijeron que era una fábrica española y formaron una barrera humana para evitar que pasaran. Destrozaron y saquearon otras fábricas cercanas. Yo creo que a mucha de esa gente le daba igual el problema con China y aprovecharon para saquear las fábricas», afirmó.
El Gobierno vietnamita ordenó un despliegue policial en las zonas de riesgo para proteger a los inversores extranjeros y minimizar el daño económico de las protestas, mientras unas mil personas han sido detenidas por participar en los disturbios.
El primer ministro, Nguyen Tan Dung, envió un mensaje de texto a millones de vietnamitas pidiéndoles que no usaran la violencia, aunque exacerbó su patriotismo para defender la soberanía nacional.
«El primer ministro pide al pueblo vietnamita que mantenga el patriotismo y proteja la sagrada soberanía de su país con acciones realistas y legales y evite ser utilizado por malas personas porque eso nos perjudica y destruye nuestra imagen nacional», reza el mensaje.
Los incidentes más graves hasta el momento ocurrieron en la madrugada del jueves en la provincia de Ha Tinh, donde al menos una persona murió y otras 90 resultaron heridas.
Según la agencia de noticias china Xinhua, al menos diez ciudadanos chinos residentes en esa provincia están desaparecidos.
Por las redes sociales y algunos blogs circulan fotografías de cuerpos tendidos en el suelo tras los disturbios, pero tanto las autoridades vietnamitas como la prensa local no han facilitado cifras oficiales de muertos o heridos.
La violencia estalló tras varios días de manifestaciones en contra de la instalación de una plataforma petrolífera por parte de la compañía estatal china CNOOC en las islas Paracel, una zona del Mar de China Meridional que ambos países se disputan.
Las Paracel están controladas de facto por China desde un enfrentamiento naval con Vietnam en 1974 en el que fallecieron 53 marineros vietnamitas y 18 chinos.
China mantiene crecientes tensiones marítimas con países vecinos, especialmente Japón, Filipinas, y Vietnam, por islas y aguas de los mares de China Meridional y Oriental, ricas en recursos pesqueros y energéticos.