La consulta de Mas se quedó sin apoyo desde el momento que el president planteó una consulta sin ninguna consistencia jurídica al asegurar que no registraría otro decreto. El primero lo tumbó el Tribunal Constitucional en menos de 24 horas.
Este jueves, el Parlament ha presentado sus alegaciones contra la suspensión cautelar de la Ley de Consultas decretada por el Tribunal Constitucional (TC), en las que defiende su «constitucionalidad» frente a la «manipulación» y el uso de «criterios políticos» en los recursos que presentó el Gobierno.
Según informa la cámara catalana en un comunicado, en las alegaciones se pide al Alto Tribunal que «desestime íntegramente» el recurso de inconstitucionalidad que interpuso el Ejecutivo del PP contra la Ley de Consultas Populares no refrendarias y de Participación Ciudadana, que se encuentra suspendida cautelarmente hasta que se pronuncie de forma definitiva.
En su escrito dirigido al Constitucional, el Parlament argumenta que los recursos del Gobierno se basan en una «manipulación de la realidad», al tiempo que se fundamentan en «criterios políticos» y no «jurídicos», ya que se presentan las consultas como referéndums.
La tesis de «fondo» del recurso de inconstitucionalidad del Ejecutivo de Mariano Rajoy no es otro, se asegura en las alegaciones, que un «planteamiento político que lo que quiere de verdad es expulsar del marco constitucional y del juego democrático la defensa de una idea política y cualquier vía que pueda servir para expresarla dentro del marco de la Constitución».
En este sentido, el Parlament considera que el recurso del Gobierno está «contaminado» porque hace una valoración de la ley catalana «claramente política».
Esto se manifiesta, según el escrito de las alegaciones, en la «obsesión» de asegurar que la normativa se aprobó con el «único objetivo» de convocar la consulta soberanista del 9 de noviembre cuando es una ley «genérica» para cualquier tipo de consulta y por las referencias «constantes» a un referéndum de independencia de Cataluña, algo que no se menciona en ningún momento la ley catalana.
Mas se queda solo
El president sabe que tiene que esquivar la mirada del Gobierno para cumplir su propuesta para el 9N. Por ello, ya dio pistas y anunció que no sería a través de otro decreto, lo que descarta la vía legal. Queda así una forma de participación no referendaria que Rajoy considera “una excelente noticia”, mientras que el resto de partidos lo contempla como una »consulta de juguete».
Oriol Junqueras (ERC), Joan Herrera (ICV-EUiA) y Quim Arrufat (CUP) pusieron en evidencia que Mas aún tiene tiempo para rectificar y recuperar la unidad: «Rogamos a la Generalitat que haga una reflexión en las próximas horas y días, y recupere el escenario de consenso y la propuesta unitaria inicial», afirmó el líder de los republicanos.
Más duros estuvieron Herrera y Arrufat. Para el dirigente de los ecosocialistas, el Govern plantea una votación sin garantías democráticas y acaba con todo el capital político acumulado durante meses de unidad y negociaciones. Por eso, lanzó un claro mensaje a Mas: «Si cree que no puede rehacer el consenso y la unidad, convoque elecciones».
Arrufat, por su parte, aseguró que «la situación no podía ser peor» y acusó al Ejecutivo catalán de dictaminar la autosuspensión de la consulta, lo que supone un engaño a todos los ciudadanos, por lo que ve muy difícil volver a confiar en Mas.
En cuanto a los partidos que nunca apoyaron la consulta secesionista, las críticas también fueron unánimes. Así, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, reprochó al president que la nueva votación tenga menos garantías democráticas que la fórmula original, y planteó que hubiera sido mejor esperar que el Tribunal Constitucional se pronunciara sobre la Ley de Consultas no referendarias y el decreto de convocatoria del 9-N.
Para el PP, los últimos acontecimientos han evidenciado que Mas «se acaba de quedar solo», por lo que le instó a rectificar de una vez por todas y dialogar con el Gobierno central. «Usted actúa como un botifler (traidor) a Catalunya y los ciudadanos no nos merecemos esto», remarcó la presidenta popular catalana, Alicia Sánchez Camacho, que acusó al líder del Govern de incumplir con su palabra y ser incoherente.
Mientras, el líder de C’s, Albert Rivera, lamentó el «espectáculo» de los últimos días y exigió a Mas que «convoque elecciones para que los catalanes elijamos un Govern estable».
Las elecciones ya centran el foco de atención frente a la consulta y dejan a Mas solo ante el 9N.