Garrido, que fue investido presidente el 18 de mayo y tomó tres días después posesión de su cargo, cumple así con la tradición de que los presidentes autonómicos sean recibidos en audiencia por el jefe del Estado.
El dirigente madrileño cumple este martes una semana al frente de la Comunidad junto a sus consejeros, tras la dimisión de la expresidenta regional Cristina Cifuentes. En sus primeros días, Garrido ha apelado a la «solidaridad y concordia» de España y ha sostenido que defenderá un sistema de financiación «justo» para Madrid.