Grupos rebeldes sirios, apoyados por fuerzas turcas, arrebataron hoy a la organización terrorista Estado Islámico (EI) el control de cuatro pueblos de la periferia de la ciudad de Al Bab, feudo principal de los radicales en la provincia siria de Alepo.
El dirigente de la Brigada Sultán Murad, coronel Ahmad Ozman, cuya facción participa en la ofensiva contra el EI, explicó a Efe por teléfono que los combatientes sirios se hicieron con el dominio de las localidades de Al Gayarán, Al Uasi, Al Luahaza y Al Hisani, al sureste de Al Bab.
Agregó que los enfrentamientos entre ambas partes se concentran en áreas al sur de esa urbe.
«La resistencia del Dáesh (acrónimo en árabe de Estado Islámico) está siendo muy fuerte, pero nuestros revolucionarios están resueltos a conquistar Al Bab pronto», dijo Ozman.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó el progreso de los grupos rebeldes sirios, respaldados por aviones y carros de combate turcos, en los alrededores de Al Bab, donde, según esta fuente, conquistaron la población de Bazaa, la zona de Al Amia, un monte y dos granjas al sureste de la ciudad.
Desde agosto, las facciones sirias y las fuerzas turcas desarrollan en el noreste de Alepo la operación «Escudo del Éufrates» para expulsar al EI de la región e impedir el progreso de las milicias kurdas.
De acuerdo al recuento del Observatorio, al menos 290 civiles han muerto por los bombardeos y el fuego de artillería de los efectivos turcos desde el 13 de noviembre, cuando se aproximaron a la periferia de Al Bab.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores sirio expresó hoy su condena «rotunda» a los «crímenes repetidos y ataques contra el pueblo sirio y las violaciones contra la integridad del territorio de Siria», en dos cartas enviadas a la ONU, según la agencia de noticias oficial, SANA.
El ministerio hizo alusión en las misivas a la incursión de las tropas turcas y su «ocupación» de pueblos sirios, como Al Guz y Abu Zibdin, al oeste de Al Bab.
Las autoridades de Damasco consideraron que esos ataques suponen «una amenaza para la paz y la seguridad en el marco del papel desempeñado por el régimen turco en el apoyo al terrorismo».